La mayoría disponemos de cinco sentidos, pero hay otros dos que tienen una importancia especial: el sentido del humor y el sentido de la perspectiva. En ellos se origina una natural efusión de gratitud. Si nos falta perspectiva también nos falta sentido del humor, entonces las pequeñas desilusiones, las expectativas no cumplidas, las imperfecciones o los errores de otras personas nos pueden alterar.
Leer másLos chinos nos invaden
Este podría ser el título de una película de terror o de un film americano. Millones de chinos parecen estar convirtiendo nuestra vida en una pesadilla. Trabajadores infatigables que crecen con rapidez y de forma imparable. Cuando un chino abre una tienda en nuestra zona, en muy poco tiempo otras muchas aparecen a su lado, devastando el barrio de negocios autóctonos. Las tiendas de los chinos no tienen horario. Tampoco sabemos quiénes las regentan. Toda la familia participa del negocio activamente. Los hijos no son como nuestros pequeños, que huyen de las obligaciones. Cada vástago chino sabe que su comida depende de su eficacia y de su constancia.
Leer másLas dos ranas. Animar el desaliento
Un grupo de ranas viajaba por el bosque, y de repente dos de ellas se cayeron en un hoyo profundo. Las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuán hondo era, le dijeron a las dos ranas accidentadas que sería más práctico que se dieran por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas, y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras insistían en que sus intentos eran inútiles. Finalmente, una de las ranas hizo caso a los desalentadores comentarios y se rindió. Acto seguido, se desplomó y murió. Pero la otra rana continuó saltando tan alto como le era posible.
Leer másLos riñones y la convivencia
En el libro La enfermedad como camino, en el capítulo VIII, los autores dicen:
«Todas las substancias que entran en el cuerpo pasan por la sangre. Los riñones actúan como una central de filtrado. Para ello tienen que poder reconocer qué sustancias son tolerables y aprovechables por el organismo y qué residuos y toxinas deben ser expulsados».
Leer másCompetitividad – Competitiveness
Mi admirado Andy Warhol decía que la Coca-Cola era el producto más democrático porque mientras que él bebía su refresco podía imaginarse al presidente de los Estados Unidos, a un trabajador de una fábrica o a cualquier otra persona haciendo lo mismo. El refresco nos unificaba, y nos hacía a todos iguales. Nadie podía comprar una Coca-Cola mejor ni peor que el de al lado.
Leer másLa rojigualda
Madrid se llenó de rojo y la algarabía inundó de fiesta las calles. La «Roja» fue aplaudida vitoreada, ensalzada y se enarbolaron las banderas rojigualdas profusamente. Los que venimos de lejos nunca antes habíamos visto tanta conexión. El bipartidismo quedó abolido por instantes. La gresca política, tan ácida y molesta, bajo la guardia y los de derechas y los de izquierdas gritaban del mismo modo y con el mismo ritmo.
Leer másEmpathy
Two men, both seriously ill, occupied the same room of a hospital. One was allowed to sit on his bed in the afternoon for an hour in order to facilitate drainage of fluid from his lungs. His bed was next to the only window of the room. The other man had to spend all his time on his back. Both for hours talking about their wives and families, their homes, their jobs, stay in the military, where they had been on vacation.
Leer másEmpatía
Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitía sentarse en su cama en la tarde, durante una hora, con el fin de facilitar el drenaje del líquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación. El otro hombre tenía que estar todo el tiempo boca arriba. Ambos durante horas hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, dónde habían estado de vacaciones. Y cada tarde, cuando el hombre podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.
Leer másImaginación y empatía (9)
Hace unos días mi amigo Alfonso Benavides me habló de la conferencia de J. K. Rowling que tuvo lugar el 5 de junio de 2008, con motivo de la graduación de Harvard, en la que la escritora habló de los grandes beneficios del fracaso y de la importancia de la imaginación.
Rowling explicó el porqué de la elección de la imaginación:
“Podría pensarse que he elegido mi segundo tema, la importancia de la imaginación, por el papel que ha desempeñado en la reconstrucción de mi vida, pero no ha sido del todo así. Aunque personalmente defenderé el valor de los cuentos hasta mi último suspiro, me he dado cuenta de que el valor de la imaginación es mucho más amplio. La imaginación no sólo es la capacidad intrínsecamente humana de visionar lo que no existe, sino que, y precisamente por ello, es también la fuente de toda invención e innovación. La imaginación es, con su potencial transformador y revelador, el poder que nos permite empatizar con los seres humanos cuyas experiencias nunca hemos vivido.”
Si bien es interesante lo que dice Rowling, primero por su novedoso enfoque al relacionar la empatía con la imaginación, y después porque desea movilizar a los jóvenes para que sirvan a causas nobles (como la ayuda y el voluntariado), lo es mucho más porque argumenta cómo fue su camino de búsqueda, detallando el encuentro de sus respuestas. Este es un material inspirador, donde el joven puede encontrar referencias que le lleven al éxito a través del logro de sus expectativas.
El recorrido de Rowling es complejo, interesante, profundo, comprometido, instigador a la reflexión y responsable con los demás. Hay momentos de su relato especialmente significativos, como los referidos a sus vivencias en Amnistía Internacional cuando tenía 20 años.
La autora de Harry Potter nos seduce hacia una imaginación humana y trascendente. Revisa el mundo doliente y sus particularidades. Advierte que el deseo de poder de algunos es el causante de los males de la humanidad. Y además de todo esto, nos alienta a agradecer:
“Todos los días de mi jornada laboral en aquella época, a mis veinte años, me recordaba lo increíblemente afortunada que era de poder vivir en un país con un gobierno elegido democráticamente, donde la representación legal y los juicios públicos son derechos de todos los ciudadanos.”
Quizá podemos unir varias de estas ideas para convertir nuestro mundo en un lugar mucho más agradable. Donde la imaginación sirva para conocer mejor las necesidades del otro, y además agradezcamos cada una de las pequeñas y grandes cosas que cada día disfrutamos.
Leer más