En un lugar cualquiera de nombre desconocido se levanta la vida y a la vez la agresividad. Se consume la paz y con ella los momentos de bienestar. Los vecinos protestan y las calles no son ya las que eran. El país se hace eco de la noticia, y los ciudadanos sin nombre hasta ese instante, llenan los titulares originando dispares opiniones; unos medios ven lógica esta crispación, mientras que para otros es incomprensible.
Leer másAzules y rojos
Un día, no importa cuál, decides emplear un poco de tu saturado tiempo en ver un debate televisivo, lo que te acarrea asumir la realidad de tu aislamiento político. A tu alrededor observas movimientos sociales y cómo muchas de tus personas cercanas disputan por si aquella ley es mejor que la otra, o si habría que suprimir una o modificar otra. Sea cual sea la cadena elegida, te encontrarás un grupo de personas que se gritan y no respetan su turno, que en realidad no están dispuestas a escuchar lo que dice el otro porque lo prioritario es anular la argumentación del contrario para lograr adeptos a su causa. Todas las cadenas han elegido un modelo de comunicación donde el consenso, la persuasión y el respeto no existen.
Leer másUn puente para la paz
«Vivían dos hermanos en granjas adyacentes y cayeron en conflicto. Todo comenzó con una pequeña y trivial contrariedad que fue creciendo hasta convertirse en una diferencia mayor entre ellos. Un día llegaron a decirse palabras amargas seguidas de semanas de silencio. Una mañana alguien llamó a la puerta del hermano mayor. Al abrir, se encontró con un hombre con herramientas de carpintero.
Leer másPor qué esperar al cielo
Si buscamos la bondad, la paz o la felicidad más allá de este mundo, estamos perdiendo la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida, nuestros pensamientos y nuestra modo de vivir aquí y ahora.
Mis maestros me enseñaron que era imprescindible cumplir los mandamientos para optar a la salvación de mi alma, la cual se vería cumplida al final de mi vida. De alguna manera, con esta enseñanza perdí el sentido del ahora. Mis actos tenían como premio descansar al lado del Padre amoroso. Dios me regalaba, una vez superados los lazos con lo terreno, un espacio a su lado para siempre.
Leer másCalla y ve
Hoy, como en todos los tiempos, un místico es alguien tan necesario como inútil para su generación. Es inútil porque no produce nada y lo que ofrece no se puede comprar ni vender. No tiene precio en el mercado. Se escapa a quien lo quiere prender y confunde a quien lo quiere comprender. Por ello hay que apartarlo, porque se interpone entre la inmediatez de lo que hay que lograr y producir. El místico dice: lo que verdaderamente es, ya existe. Sólo hay que aprender a percibirlo. Molesta también a la institución, porque la relativiza y le recuerda que el cielo que ha pintado en el interior de sus bóvedas no es el cielo abierto auténtico.
Leer másComunicación confusa o defectuosa
Un proceso de comunicación bien logrado consiste en la correcta transmisión de información para ejercer sobre el receptor el efecto esperado; la confusión es, por el contrario, la consecuencia de una comunicación defectuosa, que deja sumido al receptor en un estado de incertidumbre o de falsa comprensión» (Watzlawick, 1979). Con estas palabras define Paul Watzlawick los entramados de la comunicación defectuosa, que provoca un estado confuso y perturbado en el receptor, con el consiguiente deterioro en el entendimiento de todas las partes.
Leer másMe niego a ser víctima de mí misma
Hoy declaro mi emancipación. Quiero hacer una revolución en mi modo de ver mi vida y todo lo que me rodea. Es habitual que algo me disguste y que no cumpla mis baremos de perfección. Una vez encontrado el terrible fallo, soy una víctima propicia del desencanto, el enfado, el malestar… y todo ello me mortifica sin que pueda resarcirme o recuperarme.
Leer másLa historia se repite
Mi amigo L. B., después de unos años en pareja, decidió romper porque le parecía que todo era demasiado superficial y poco retador. Antes de la ruptura había aparecido una muchachita de aspecto frágil, «profunda», llena de complejidades, que a mi amigo le cautivó por lo atractiva e inquietante.
Leer másCompetitividad – Competitiveness
Mi admirado Andy Warhol decía que la Coca-Cola era el producto más democrático porque mientras que él bebía su refresco podía imaginarse al presidente de los Estados Unidos, a un trabajador de una fábrica o a cualquier otra persona haciendo lo mismo. El refresco nos unificaba, y nos hacía a todos iguales. Nadie podía comprar una Coca-Cola mejor ni peor que el de al lado.
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