Casi todos los días nos quejamos de que algo no funciona. Vamos por la vida como si fuéramos un dolor andante. Caminan las palabras tristes delante de nuestros pasos. Las ventanas de los vagones del tren o los cristales de los autobuses podrían contar historias para no dormir de los millones de momentos en los que el pesimismo fue nuestro compañero de viaje.
Cambiar pequeñas cosas para llegar a las grandes (112)
Hay historias que nos sitúan en un lugar preferente para el cambio. Debemos aprovechar los tiempos que corren para marcarnos líneas de actuación que nos aligeren la carga y nos permitan ser efectivos y rápidos en las transformaciones a las que las circunstancias nos obligan. El relato de hoy me lo contó alguien en un proceso de aprendizaje:
Los niños sí quieren cambiar el mundo (104)
Esta es una historia que me contaron hace tiempo:
Cuando terminó el helado, el niño abonó su consumición en la caja y se fue. Tras haber atendido a otros clientes, la camarera volvió para preparar la mesa que había dejado el niño. Se encontró con que allí, colocadas ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco céntimos: su propina. La muchacha tragó saliva.
- Recuerda algún momento en el que hayas juzgado negativamente a algún niño o joven de tu entorno.
- Haz memoria de instantes en los que te haya sorprendido gratamente la generosidad de algún menor.
- Ve a tus recuerdos de la infancia y disfruta de los pensamientos de grandeza que tenías sobre el mundo, los pobres…
- Piensa las veces que has salido a pedir para cambiar alguna injusticia y la fuerza que ponías en ello.
- Anota las profesiones orientadas a ayudar a los demás que querías hacer cuando eras pequeño (o un poco más mayor).
- Escucha a los más jóvenes de la familia, y anímales a que tengan una mirada positiva sobre el mundo.
- ¿Qué debemos hacer para que nuestra sensibilidad social y nuestra generosidad permanezca en el tiempo? ¿Qué cambio debemos realizar los adultos para que esto sea posible?
Las semillas y el rey. Claves para el cambio (102)
Quiero contaros un pequeño cuento que escuché una vez. Seguramente la historia no será muy fidedigna, pero me parece interesante compartir este recuerdo.
- Lee la historia y piensa en qué aspecto de tu vida te pareces al hijo avaricioso; qué parte de ti mismo guardas celosamente aunque se te pudra por no compartirlo.
- También tienes algo de calculador. Piensa en qué situaciones actúas buscando el beneficio inmediato, o cuándo manipulas para lograr lo que te interesa, sin pensar en lo que los otros quieren.
- Hay una parte de ti mismo que es generosa, amorosa y espléndida. Disfruta descubriendo este diamante de tu personalidad.
Nuevas palancas de cambio. Segundo post interactivo (97)
Los ciclos vitales se repiten. A las crisis les siguen tiempos de bonanza, y a estas, nuevos momentos de carencia. La vida del hombre está llena de procesos de avance y estancamiento que dan muchas pistas de que hay algo que repetimos. Decía Albert Einstein:«Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo».
- Escribir vuestra propuesta. Máximo de líneas: 8. Si son más, tendremos que prescindir de vuestro trabajo. La editorial hará la recomendación de cambio
- El mensaje ha de entenderse. Los lectores deben comprender qué deben cambiar, cómo y para qué será útil el cambio
- En ningún caso pueden tener un tinte político o irreverente hacía las instituciones. Se trata de cambiar, no de atacar
- Cada propuesta se irá subiendo al post, e irá conformando su estructura
- Leer los post previos para evitar repeticiones. La editorial no tomará ninguna decisión en este sentido. Sólo intervendrá en el número de líneas y en el respeto
- Se irán subiendo vuestras entradas el viernes, sábado y domingo
- Intentando mejorar los puntos que nos afectan negativamente a nosotros y a las personas que nos rodean.
- Mirando las cosas que hacemos bien, y tratando de mejorar las cosas que no hacemos tan positivas. Pero siempre desde las que hacemos en positivo.
- Buscar en el conocimiento las herramientas que nos fortalezcan y que nos ayuden a saber actuar.
- Teniéndonos paciencia para aprender y humildad para reconocer nuestras debilidades. (Cler y Pascual)
por una vez en la vida
voy a sentirme realmente bien
voy a marcar la diferencia
Yo propongo para cambiar el mundo, poner la voluntad en mirar con ternura a los jóvenes y niños… en especial en las situaciones en que sentimos amanazada nuestra autoridad. Cuando estos nos provocan, hay un segundo vital en nuestros pensamientos. Si logramos domeñarlo con una percepción de ternura, la explosión de ira no se produce… y seguimos entonces nuestra labor educativa con proactividad y gozo… con claridad en los límites que les trazamos. (Lola Petit)
¿Cómo? A través de la educación en todos los ámbitos, personal, familiar, educativo y laboral.
¿Para qué? Para que pudiésemos comprender la interrelación que existe entre los seres vivos y las diferentes formas de vida del planeta, donde todos afectamos y somos afectados, ya que todos somos parte del Todo. (Carola)
Amor y sonrisa en Todo. (Olalla)
- Mis pensamientos sean positivos y renueven la energía y que consiguiéramos focalizarlos en la renovación de energías y el cuidado del medioambiente
- Conseguir una reflexión en lo que hago y medir las consecuencias de mis acciones.
- Que se prohíban los paraísos fiscales en el mundo
- Me gustaría humanizar mi colérico y que el mundo se humanizará.
- Poder dar en la misma medida que recibo equilibrando estas dos fuerzas y que se equilibraran también en este blog, con las aportaciones de todos
Yo me conformo con cambiar yo. Solo eso.
Gracias (Pía)
Infinitas gracias (Catalina)
Sonrisa+ comunicación + entrega con amor = Cambio lleno de luz
Voy a empezar a caminar en este aspecto y seguro que veremos los cambios.
Gracias por vuestras aportaciones (Toñi)
Imagina que no hay posesiones,
me pregunto si puedes,
Ninguna necesidad de codicia o hambre.
Una hermandad de raza humana,
imagina a toda la gente compartiendo todo el mundo…
Y yo añadiría: imagina un mundo carente de envidias y desamor
Si yo lo hago, y tú lo haces… Si TODOS lo hiciéramos, consciente o inconscientemente estaríamos entrando en la maravillosa dinámica de DAR Y RECIBIR, que, como enseña Joaquina, es imprescindible para que NUESTRO MUNDO CAMBIE. (Alicia Ahimsa)
A nivel global encuentro fundamental el papel de la educación (en todos los niveles, edades, ámbitos, culturas, espacios) como transmisora, creadora, potenciadora y fortalecedora de semillas de conciencia que aporten al mundo la confianza, amor y conocimiento necesarios para comunicarnos y entregarnos. (Lucía)
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Aprender del águila. Dejar hábitos atrás cuando se inicia el nuevo curso (78)
- Lee detenidamente la historia y analiza el simbolismo de la vida del águila con tu vida.
- Observa que todo lo que has vivido hasta ahora ya no te sirve. El cambio parece inevitable, y sin embargo te asusta y te dejas llevar por lo conocido y fácil. En ese momento, tu vida se está agotando, como la del águila
- Para renacer y convertirte en una persona nueva debes crear sinapsis diferentes en tu cerebro. Convertir tu manera de pensar, sentir y hacer en otra cosa por completo distinta.
- Haz una lista de las cosas que están afectadas en tu vida personal y otra en la vida profesional
- Decide qué puedes cambiar y qué no, de cada una de las listas. Hay situaciones que son intocables, o que intervenir sobre ellas no nos permitirían el cambio
- Al igual que el águila debes buscar un lugar de retiro para encontrarte, y decidir cómo llevar a cabo este cambio en tu forma de vivir
- Tal como hizo el águila debes disponerte a quitarte todo aquello que no te deja renacer, sin embargo el dolor no puede ser mayor que la solución. Una vez acabado el ejercicio necesitarás seguir viviendo
- Quizá sólo necesites unas horas, hablar con un experto, es posible que un estudio de desarrollo personal… En cualquier caso, algo que te lleve a revisarte y a generar un plan de acción a corto, medio y largo plazo
- Revisa cada mes o dos meses el cumplimiento de tu plan
Cambio versus violencia (17)
En la película de Quentin Tarantino «Pulp Fiction», que el sábado se emitió en La Cuatro, el director juega magistralmente con la sincronicidad entre tres historias en las que los personajes centrales se van encontrando con situaciones paradójicas que crean un entramado inusual, donde se mezcla el esperpento con giros inesperados de cambio personal.
Las entregas están enlazadas entre sí a través de palabras y hechos relevantes. Son llamadas de atención simbólicas e irónicas, que captan al espectador mediante la intriga, y le conecta con imágenes de las que no puede desprenderse.
En la primera historia, “Vincent Vega y la esposa de Marsellus Wallace”, el guionista y director da un quiebro en la trama y sitúa en el escenario al espectador a través de un golpe de naturalidad: el diálogo entre Vincent y Mia, al que sigue un electrizante twist en el que John Travolta baila sencillo y ligero, apoyándose sobre la puntas de sus pies descalzos.
Después, Mía (Uma Thurman) superficial y alocada experimenta su fragilidad por una sobredosis, de la que Vincent le rescata. Cuando acaba la noche, con una Mia vulnerable, el guionista finaliza la tragedia con un chiste de un tomate aplastado y el secreto del proceso sólo para ellos.
En el relato segundo, “El reloj de oro”, el creador juega con el sentimiento de guerra y ciertos valores a través de la historia de un reloj que acompañó a la familia del protagonista durante las tres últimas guerras. También nos da su visión subliminal de lo que piensa de estos valores a través del sitio donde el reloj es ocultado durante años.
El escritor juega con el valor de Butch (Bruce Willis) una y otra vez recreando momentos de gran tensión y violencia. Sin embargo, hay un instante crítico de cambio cuando Butch, en su última batalla, una vez liberado de sus ataduras y pudiendo al fin escaparse, decide no obstante bajar al sótano donde su enemigo está siendo brutalmente sodomizado, y le libera.
Dentro de la tercera entrega, “La situación con Bonnie”, Tarantino analiza las diferencias entre las reglas de la mafia en Holanda y Francia, repasando la diversidad de costumbres y hábitos, y haciendo hincapié en dos grandes mitos: el Ketchup y la mahonesa.
Un poco antes de liarse a balazos con unos ladrones, Samuel (Mulock) recita un salmo de Ezequiel, y cuando uno de los ladrones, que estaba escondido, les ataca con cinco disparos y no mueren, Mulock decide que es un milagro, y es en esta parte de la trama donde el cambio tiene sentido para Tarantino. Son los hechos inesperados, “los actos milagrosos”, los que marcan los hitos del cambio, aunque la transformación sólo se produce en los que son sensibles y observadores de los hechos relevantes.
Mulock lo llama intervención divina, y poco importa si esto es así o no. Lo que de verdad tiene significado es que en ese instante y no en otro, es cuando decide acabar con los hábitos y compromisos peligrosos que hasta ese momento tenía.
Por el contrario, Vincent acaba sus días en un apartamento, arrojado en una ducha con dos balazos en el cuerpo. Nada de lo que había vivido, ni los impactos que no le mataron, ni salvarse de los asaltantes, ni vencer la sobredosis de Mia, fue suficiente para situarle en una nueva salida de “meta”.
Las escenas de Pulp Fiction parecen alejadas de nuestra vida cotidiana; no obstante, argumentalmente están muy cerca.
¿Ha ocurrido algún “milagro” en tu vida? Y si ha sido así, ¿has modificado algo, o por el contrario, te has dejado arrastrar por la rutina o tu área de confort?
En los días más bajos, donde parece que nos encontramos al límite, seguro que hay capacidad para el cambio. Dentro de cada uno hay un rescoldo que, por pequeño que sea, puede encender una pequeña hoguera. Lo suficiente para iluminar un poco nuestros actos, sentir empatía por nuestros semejantes, sean o no nuestros amigos, y mirar hacia delante.
Leer másEjemplo de cambio y compromiso (14)
En la última sesión de Inteligencia Emocional que mantuve con A. F., éste me explicaba que le estaba resultando difícil cumplir con los objetivos que había establecido para su cambio de carácter y desarrollo personal. «Son muchos años, y de alguna manera, me satisface como soy. Aunque parezca extraño, estoy contento con mi mal humor y con muchas de las cosas que a priori pueden resultar desagradables para otros. No cabe duda que…»
En este momento intervino su hermana P., quien nos acompañaba, con el fin de revisar conjuntamente su vida familiar. P. se sentía airada y algo molesta ante el pesimismo de las palabras de su hermano. «Es increíble, tu nieto Jorge ha ofrecido dejar el uso del chupete en su bautismo y desde esa fecha todas las mañanas, cuando se levanta, dice eufórico y feliz: Esta noche he dormido sin chupete.»
La interrumpí como pude para saber de qué estaba hablando.
La hermana me pidió disculpas y me explicó: «El pasado mes de mayo, Jorge, el nieto de mi hermano, recibía su bautismo el mismo día que cumplía 3 años. Unas semanas antes los padres de Jorge pensaron que era un buen momento para que el niño abandonara el uso del chupete. Ya lo habían intentado varias veces con muy poco éxito».
Para prepararle adecuadamente, los días previos al evento la madre de Jorge le explicaba: «A Jesusito le haría mucha ilusión que le ofrecieras tu chupete. En el cielo Jesusito estará muy contento». Estas y otras frases iban fortaleciendo al pequeño para abrirse a la ofrenda.
El día señalado, Jorge entregó su bien más preciado con unas palabras que llenaron de silencio el espacio santo: «Jesusito, te doy mi chupete». Pasaron los días y Jorge, algunas noches, se despertaba y pedía leche con galletas; otras les suplicaba a sus papás que le contaran un cuento, pero no volvió a reclamar su chupete.
Cuando P. terminó su enternecedor relato, los tres permanecimos unos instantes en silencio.
A. F. decidió hacer un plan de acción teniendo en cuenta los beneficios que su cambio de carácter aportaría a su entorno.
PD: Este sistema de refuerzo nos ha parecido muy interesante y nos impresiona la receptividad de Jorge
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