autoestima

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Pasos para ser feliz

«Un niño se acercó a un sabio y le dijo:

—Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz, ¿por qué no me enseñas lo que tengo que hacer para conseguirlo?

El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño le dijo:

—A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad, son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz, y éstos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de tu vida.

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La duda

Decía Benjamín Franklin que la peor decisión es la indecisión. Seguramente, en este juego de palabras Franklin nos inducía a pensar que la indecisión surge de un acto consciente deseado por nosotros para no llegar a realizar alguna acción que tememos por el fracaso que llevaría implícito, o porque quizá podría llevarnos al éxito.

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Las dos ranas. Animar el desaliento

Un grupo de ranas viajaba por el bosque, y de repente dos de ellas se cayeron en un hoyo profundo. Las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuán hondo era, le dijeron a las dos ranas accidentadas que sería más práctico que se dieran por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas, y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras insistían en que sus intentos eran inútiles. Finalmente, una de las ranas hizo caso a los desalentadores comentarios y se rindió. Acto seguido, se desplomó y murió. Pero la otra rana continuó saltando tan alto como le era posible.

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Prudencia

Cuando vamos a decidir sobre materias que realmente nos importan y preocupan, nuestro temperamento apasionado es uno de nuestros detractores más temidos. La ilusión por las cosas que nos gustan y la impaciencia por obtenerlas nos arrastran fuera de los márgenes de lo conveniente.

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Rapidéz de decisión

Tomar una decisión conlleva elegir entre varias posibilidades sabiendo cuál es la más adecuada. Este ejercicio selectivo exige rapidez porque, en caso contrario, se pierden oportunidades que pueden originar mucha frustración y cierto malestar.

Aprender a decidir entre dos posibilidades sin titubear exige tranquilidad, un alto nivel de concentración y la serenidad suficiente para liberarse de la noción del tiempo. Los enemigos de este proceso son la precipitación, el acaloramiento, cierta inestabilidad emocional y el alto nivel de presión.

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La confianza y su desarrollo

Es en la confianza donde reposa la capacidad de lograr aquello que buscamos, aquello que anhelamos y donde hemos puesto el sentido de nuestra realización personal y profesional. Los miles de momentos en los que se fragiliza nuestra fe están adscritos a pérdidas de confianza e instantes de dudas sobre quiénes somos y hacia dónde vamos.

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Competitividad – Competitiveness

Mi admirado Andy Warhol decía que la Coca-Cola era el producto más democrático porque mientras que él bebía su refresco podía imaginarse al presidente de los Estados Unidos, a un trabajador de una fábrica o a cualquier otra persona haciendo lo mismo. El refresco nos unificaba, y nos hacía a todos iguales. Nadie podía comprar una Coca-Cola  mejor ni peor que el de al lado.

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La rojigualda

Madrid se llenó de rojo y la algarabía inundó de fiesta las calles. La «Roja» fue aplaudida vitoreada, ensalzada y se enarbolaron las banderas rojigualdas profusamente. Los que venimos de lejos nunca antes habíamos visto tanta conexión. El bipartidismo quedó abolido por instantes. La gresca política, tan ácida y molesta, bajo la guardia y los de derechas y los de izquierdas gritaban del mismo modo y con el mismo ritmo.

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El diamante personal – Personal diamond (213)

Todas estaban en la calle. Iba a impartirles un taller que las ayudara en su lucha contra el maltrato, el abuso, el dolor y cualquiera de las situaciones que vivían día a día.

Hasta ese momento, no me había encontrado con un colectivo tan necesitado de empoderarse y aprender a resolver los conflictos desde su fuerza y su valor más intrínseco.
Entramos en una sala espaciosa donde estaban situadas las sillas en forma de U. «¡Atención, chicas vamos a empezar!». Gritó su psicóloga. Se hizo un silencio acogedor. Un vahído suave e imperceptible me hizo sentirme insegura. Me presenté y, poco a poco, empezamos a trabajar.
Escribí en el rotafolios: «Reconocerse». La meta de aquel encuentro consistía en que cada una de ellas encontrara lo mejor de sí misma. Poco importaban las historias pasadas, los recelos o los miedos. Si cada una de las presente encontraba su «diamante personal», la mirada sobre su vida y circunstancias adversas sería muy distinta.
Seguí escribiendo: «Ver, observar y descubrir…conocer lo mejor que hay en ti».
Después de unos ejercicios en los que todas participaran muy activamente, Rosa dijo: «Yo soy la alegría». Era evidente que ella así. Su risa nos embargó de una felicidad dulzona y aplaudimos su aportación. Esperamos quién saldría después para decir su «diamante». Cada una teníamos el tiempo necesario para encontrar nuestro tesoro. Una a una fue entregando su valor al grupo y aprendiendo a reconsiderar, preguntarse, indagar y cerciorarse de su potencial más vital.
Cuando Loli dijo que ella era la «sensibilidad», su alma se rompió y los ojos se anegaron de unas lágrimas limpias. Le recordamos que el poder de su «diamante verdadero» le impediría sentirse afectada por el exterior. Seguimos profundizando. Habíamos escuchado la «perseverancia» de Julia y comprobado la «creatividad» de Inés..
Paseamos por la sala una vez más y Luisa dijo « Yo soy humilde»,  y todas vitoreamos la sencillez de nuestra compañera. Sonsoles confirmó su «capacidad resolutiva», y Loli nos dijo que su verdadero valor era «el amor», mientras subía los brazos agitándolos victoriosa. Paloma era «inteligente», B. dijo que ella tenía las cualidades de todas, a la vez que Mercedes nos miró fijamente mientras que nos hablaba de su «paciencia».
Ya habíamos pasado el ecuador del curso cuando M. habló de su «fuerza» y Ana eligió la «voluntad» en lugar de la generosidad. Montse vivió un momento de indecisión porque, encontraba  muchos valores y no sabía cuál elegir, hasta que resolvió que era «valiente» ya que se enfrentaba ante los retos complejos sin temor, mientras Inma afirmaba que ella era «espléndida y gritó: «Yo no tengo rencor me hagan lo que me hagan» Sonaron a música sus palabras en este ambiente.
Y casi al final, Raquel, que había estado callada, dijo que ella era »el agradecimiento». Pilar seguía diciendo: «Yo no sé, ¡soy tantas cosas! ¿Por favor, Pilar podrías decirnos tu valor antes de acabar?». Sonrió con esa sonrisa que sólo los seres buenos tienen. «Si, soy cariñosa». Aplaudimos mucho. Los ojos de Loli seguían llenos de lágrimas, ahora de felicidad, y volvimos a celebrar nuestro encuentro.
Atrás quedaba un aula llena de mujeres valerosas. Hoy vuestro «diamante» es la luz de nuestro camino de retorno.

El diamante personal - Personal diamond (213)

They were all waiting in the street. I was going to give them a workshop that would help them in their fight against mistreatment, abuse, pain and any other problems they were experiencing on a daily basis. Up until that moment, I had never come across a group that was so much in need of empowering themselves and learning to resolve conflict using their strength and most intrinsic quality.
We entered a spacious room where the seats were arranged in a U shape. «Attention girls, we’re going to start!”» shouted their psychologist. There was a welcoming silence. A mild and imperceptible dizziness made me feel insecure. I introduced myself and, little by little, we began to work.
I wrote on the flipchart: «Discovering oneself». The aim of the exercise was for everyone to find the best of oneself. The stories of the past, distrust and fears were of little importance. If everyone present were able to find their «personal diamond», how they saw their lives and adverse circumstances would be very different.
I continued writing: «Look, observe and discover… know your best quality».
After a few exercises in which everyone actively participated, Rosa said «I’m cheerfulness». It was obvious that she was. Her smile exuded sweet happiness and we applauded her contribution. We waited for the next person to tell us their «diamond». Each one of us was given the time we needed to find our treasure. One by one, they shared their quality with the group, learning to reflect, question oneself, explore and be sure of their most vital potential.
When Loli said that she was «sensitivity», her soul broke and her eyes welled up with clear tears. We reminded her that the power of her «true diamond» would prevent her from feeling affected by the outside. We continued to go into depth on the subject. We had heard about the «perseverance» of Julia and seen the «creativity» of Inés.
We went around the room once again and Luisa said «I’m humble», and we all cheered the simplicity of our colleague. Sonsoles spoke about her «resoluteness», and Loli said that her real quality was «love», as she raised her arms and waved them victoriously in the air. Paloma was «intelligent»; B. said she had the qualities of all of them, while Mercedes stared at us while she spoke of her «patience».
We were half way through the course when M. told us about her «strength» and Ana chose «willingness» instead of generosity. Montse experienced a moment of indecision because she could think of lots of qualities but didn’t know which to choose, until she decided that she was «brave», as she was able to difficult challenges without fear, while Inma simply said she was «wonderful» and shouted «I am not resentful no matter what they do to me». Her words were like music in this atmosphere.
And almost at the end, Raquel, who had been silent, said that she was «gratitude». Pilar followed, saying «I don’t know. I am so many things». Pilar, «can you please tell us your quality before we finish?» She smiled with one of those smiles that only good people have and said, «Yes, I am affectionate». We clapped a lot. Loli’s eyes were still full of tears, but tears of happiness now, and we celebrated our encounter once again.
We left behind a room full of brave women. Today, your «diamond» is the light of our return journey.
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Cuando la autoestima depende de los demás (131)

Es fácil tener confianza en ti mismo y disciplina cuando eres un triunfador, cuando eres el número uno. Lo que necesitas es tener confianza y disciplina cuando todavía no eres un ganador.

Vicent Lombardi
Entrenador de fútbol americano
El film de Oliver Stone Un domingo cualquiera (Any Given Sunday) recoge la vida deportiva de un equipo de fútbol americano, los Miami Sharks, cuyo entrenador, Tony D’Amato (Al Pacino), se enfrenta a la mayor crisis de la historia del equipo.
El primer quarterback, el veterano Jack Rooney (Dennis Quaid), cae lesionado, y el segundo quarterback, Tailer, que no había entrenado en toda la temporada, hace lo mismo unos minutos más tarde. En ese momento, la dueña de este equipo (Cameron Díaz) busca desesperadamente en el mercado alguien para sustituir a sus jugadores veteranos y duramente golpeados. Lo importante es ganar y rentabilizar a su equipo. Los aficionados han perdido el interés. Los Sharks han sido derrotados en tres partidos, y quedan tres más para el play off. El único medio de salvar una temporada desastrosa es realizar un gran fichaje.
Entre tanto, Tony D’Amato saca a su tercer quarterback, un joven de 26 años que lleva sólo esa temporada con los Sharks (Jamie Foxx); un jugador asustado que está ajeno a lo que pasa en el partido. El entrenador le exige que lo haga bien y él, anonadado, sale al campo sin saber cómo enfrentarse a la situación. El susto le descompone, y vive dramáticos momentos ante sus oponentes, que le insultan y le amilanan. Se enfrenta a las circunstancias como puede, lo que le lleva a  salirse del mapa del entrenador y hacer su jugada. Lo peor es que no conoce la estrategia del equipo y desorienta a sus compañeros.
Después del descanso, en un momento en que han recuperado el balón, el entrenador pide tiempo muerto. Y le dice: «¿qué pasa, Willy? Sólo puedes mejorar. Y no te preocupes por la sustitución, porque no me queda nadie. Tú sabes jugar a esto, lo llevas haciendo toda la vida. Has crecido en Dallas. Piensa que estás allí y que has vuelto a tu casa, y tu madre te está esperando. Olvídate de todo. De las gradas, de las luces, del cuaderno de jugadas». Willy le obedece y se olvida de todo. Desdibuja en su mente el entorno que le acobarda, y se concentra en el siguiente pase.
Y es aquí cuando para mí tiene sentido la película. Muchos de los entramados de este film muestran falta de valores, una moral muy reducida, creencias a priori equivocadas. Cada personaje presenta un lado oscuro y tenebroso. Sin embargo, pararnos en la miseria, la debilidad y el dolor es fácil. Lo difícil es renunciar a nuestro confort cuando alguien nos arrebata el poder. Es decir, cuando alguien hace las cosas mejor, o no nos escucha, o no nos entrena. Entonces tan sólo queremos ver las tareas desde la barrera, sin implicarnos, pues estamos adormecidos, y hemos perdido nuestra autoestima. En estos casos,  de poco nos ayudará definir al culpable, desasosegarnos o alejarnos del problema. En algún momento la situación puede exigir que tomemos las riendas de la vida. El mejor, y hasta los dos mejores, los que van delante de nosotros, pueden desaparecer y dejarnos el puesto libre para empezar a desarrollarnos. Quizá en ese momento no estemos preparados y perdamos esa oportunidad.
O quizá sea mejor creer en nuestro potencial sin que tengan que caer los que están a nuestro alrededor. Viví una situación de gran cobardía en mi vida. Sólo cuando se murió la persona a la que temía pude dar un paso adelante. Sólo que allí se quedó un material que no he recuperado. Hoy todavía no sé cuán valiente soy.
Espero que el intento de un video blog, que acompaña a este post, nos aproxime más. Decidme si os parece válido. Es estupendo estar juntos cada día.

VIDEOBLOG:

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