Sé que no puedo permitirme estar atada a otra persona. Cualquiera que sea la forma en la que se presente la oportunidad, escondida detrás de la ilusión de pertenecer a esa persona encontraré sin duda el desaliento, la bajada de mi autoestima, la flagelación de mis instintos. Puedo engañarme día tras día. Sin embargo, sé que despertarán partes de mí misma que permanecían dormidas.
Leer másMi pensamiento crea el mundo
Durante décadas estas palabras han sido consideradas como una enajenación de algún visionario o la alucinación de un loco. Ahora mismo la ciencia y la psiconeurociencia confirman que los estados anímicos positivos favorecen las funciones del cerebro. Y si bien muchos ya estamos convencidos de ello, nuestro pensamiento sigue enquistado con reflexiones que asolan nuestra vida, llenándola de malestar y de fragilidad.
Leer másConciliar, algo más que estar en casa
Había una joven muy rica, que tenía de todo: un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo que le daba muchísima satisfacción, una familia unida. Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, pues el trabajo y los quehaceres le ocupaban todo el tiempo, y su vida siempre estaba deficitaria en algún área.
Leer másLos chinos nos invaden
Este podría ser el título de una película de terror o de un film americano. Millones de chinos parecen estar convirtiendo nuestra vida en una pesadilla. Trabajadores infatigables que crecen con rapidez y de forma imparable. Cuando un chino abre una tienda en nuestra zona, en muy poco tiempo otras muchas aparecen a su lado, devastando el barrio de negocios autóctonos. Las tiendas de los chinos no tienen horario. Tampoco sabemos quiénes las regentan. Toda la familia participa del negocio activamente. Los hijos no son como nuestros pequeños, que huyen de las obligaciones. Cada vástago chino sabe que su comida depende de su eficacia y de su constancia.
Leer másLas puertas del cielo
Un guerrero, un samurái, fue a ver al maestro Zen Hakuin, y le preguntó:
– ¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? ¿Dónde están las puertas que llevan a ellos? ¿Por dónde puedo entrar?
Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos: sin astucia en sus mentes, sin matemáticas.
Leer másLas dos ranas. Animar el desaliento
Un grupo de ranas viajaba por el bosque, y de repente dos de ellas se cayeron en un hoyo profundo. Las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuán hondo era, le dijeron a las dos ranas accidentadas que sería más práctico que se dieran por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas, y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras insistían en que sus intentos eran inútiles. Finalmente, una de las ranas hizo caso a los desalentadores comentarios y se rindió. Acto seguido, se desplomó y murió. Pero la otra rana continuó saltando tan alto como le era posible.
Leer másLos oídos y la obediencia
El sentido del oído está unido a la capacidad de captar, de estar atentos, de escuchar prestando atención a aquello que suena a nuestro rededor.
Esta capacidad del oído seguramente la tenemos todos muy asumida; sin embargo, más allá de poder atender a los sonidos, el oído también está conectado a nuestra capacidad de obedecer. Cuando los niños son rebeldes a la autoridad, o quieren desoír los mandatos de sus adultos, cierran sus oídos con otitis rebeldes que no ceden ni con fármacos.
Leer másLeemos y escribimos mucho más
Dolors Reig escribe en el post de ayer, en su blog El caparazón, sobre la investigación que ha realizado Andrea Lunsford, profesora de la Universidad de Stanford, acerca de la influencia que están teniendo las nuevas tecnologías en el modo de escribir de los estudiantes que acuden a sus clases de retórica y escritura.
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