¿Sigues un objetivo durante un tiempo y lo interrumpes sin saber la causa? ¿Te consideras una persona que se adapta a todo? ¿Te desespera la falta de formalidad de tus compañeros? ¿Tienes organizadas tus vacaciones seis meses antes y no aguantas que te rompan tus planes? ¿Vives el momento con espontaneidad, enrolándote en lo que surge sin problemas?
Las variadas respuestas que damos a estas preguntas surgen de nuestra preferencia para relacionarnos con el mundo exterior. Cómo vivir nuestra vida y cómo aplicarnos en ella difiere ostensiblemente de unos a otros. Y esta diversidad para entender nuestro particular universo hace de las relaciones un pequeño enredo y nos conduce a bastantes quebraderos de cabeza.
Porque si bien la toma de decisiones es importante, o cómo recibimos la información es esencial, lo es mucho más qué capacidad tenemos de tratar con el entorno con un criterio más abierto o menos. Y es vital conocer estas diferencias, no tanto por ellas en sí mismas, que también, sino porque son causa de rupturas personales o profesionales. Los conflictos con los jefes, con los amigos, con muchos de los que nos rodean, surgen de estas pequeñas y grandes diferencias con las que miramos el día a día cada uno de nosotros.
Se da con cierta frecuencia que buscamos en el otro, sea cual sea el tipo de relación, la compensación o el complemento a nuestra carencia. Al cabo del tiempo esa misma diversidad se convierte en nuestro campo de batalla. Queremos que el otro entienda nuestro punto de vista, nuestras actuaciones. Y es imposible. O al menos, es inevitable que la disparidad genere confrontación y falta de serenidad.
P.D. me contaba: «Mi mejor amigo necesita llegar a los aeropuertos con tiempo suficiente para hacer las gestiones de embarque tranquilamente, mientras que yo apuro hasta el último minuto.
Acabamos enredados en una discusión sin fin, y llegamos tarde».
Este ejemplo evidencia dos tipos de preferencias para relacionarse con el mundo exterior:
· Tipo juicio: que prefiere vivir de una forma planeada u ordenada. Todo necesita una estructura y una organización clara y precisa.
· Tipo percepción: que prefiere vivir de una forma espontánea e imprevisible. Cualquier plan le resulta una limitación, y en bastantes casos, un aburrimiento.
Es interesante descubrir cómo vive se vive el día a día dependiendo de la preferencia:
1. El tipo juicio:
o Imprescindible tener las cosas decididas.
o Hace planes a corto, medio y largo plazo.
o Su vida está organizada y es sistemática.
o Sigue una planificación y rechaza cualquier sorpresa.
o Las tensiones del último minuto le debilitan.
o Precisa establecer metas.
2. El tipo percepción:
o Necesita experimentar y no controlar.
o Vive de una forma informal.
o Se adapta a lo que pasa y permite que todo cambie de rumbo.
o Se vitaliza cuando vive presiones de último minuto.
o Le gustan las relaciones y las experiencias abiertas.
o Le es imprescindible encontrar varias opciones.
Las cualidades más sobresalientes del tipo juicio en el trabajo son:
o Hacen listas para establecer prioridades.
o Son amantes de los horarios y de respetar su cumplimiento.
o Se enfocan en terminar las tareas. Desestiman lo que aparece en el momento.
o Responden cuando pueden planear su trabajo y respetar lo que tienen previsto.
o Su mayor gozo es acabar las tareas que tienen iniciadas.
o Su capacidad de decidir es muy alta y saben cumplir con sus decisiones.
Las cualidades más sobresalientes del tipo percepción en el trabajo son:
o Libertad de horarios.
o Rompen el orden de las tareas.
o Dejan de hacer lo que estén realizando en aras de nuevas propuestas.
o Lentos para la toma de decisiones. Les gusta estudiar diferentes opciones.
o Hacen listas para recordar cosas que harán si les queda tiempo.
o Les gusta hacer cambios de última hora en los proyectos para aprovechar las ideas de última hora.
Quizá te reconozcas en ambas propuestas, y pienses que todos somos un poco de todo. Y eso es así en general. Ahora bien, te propongo que reconozcas cuál es tu preferencia en los asuntos importantes para ti. Hay algo de todo esto que te caracteriza y te distingue en tus relaciones más relevantes.
Una clara diferencia entre el tipo percepción y juicio es que a este último no le gustannada las sorpresas, mientras que el primero es amante de cualquier noticia que rompa la cotidianidad y lo establecido. Esto es visible hasta en las conversaciones. El tipo juicio se centra en resultados y logros, mientras que el tipo percepción disfruta hablando sobre las opciones que existen, y las grandes oportunidades que les depara el futuro.
Es posible que durante estos días hayas ido descubriendo cosas íntimas que facilitan tu plan de acción. Ahora quisiera que revisaras cómo vas a llevar a término ese plan y cómo va a afectar a tu alrededor. Este trabajo busca que estudies tu modo de enfrentarte a las tareas, a los horarios, al método, a un sistema reglado o un poco anárquico. En cualquier caso, se trata de ayudarte a saber quién eres, y cómo será tu comportamiento ante los retos.
Quiero remarcar que para los que transitan por el mundo desde el juicio lo importante es tener un plan determinado al que ceñirse, y que poco o nada le interesan los avatares que se van produciendo a su derredor. En cambio, el tipo percepción prefiere experimentar la vida a controlarla. Disfruta más de lo inesperado que de lo establecido.
La mayoría de las dificultades que tiene el tipo juicio vienen de su excesiva planificación. Los horarios, los objetivos y los resultados previstos son una muralla contra la espontaneidad, la informalidad y la adaptabilidad del tipo percepción.
Mi propuesta sigue siendo la que hacía en el post 155, centrar la atención en lo mejor de ambos tipos e intentar suavizar los aspectos de mayor descontrol. Esto ayudará bastante a consolidar relaciones profesionales y personales. El bienestar depende de aceptar la diversidad y confiar en nuestra competencia para integrar todas las posibilidades.
Disfrutemos de seguir un plan sin olvidar que la vida está llena de posibles experiencias que sólo pueden aparecer una vez. Respetemos que hay aspectos de la vida que necesitan de nuestra responsabilidad y de una visión más simplista y sencilla. A veces tener una opción es conseguir todo lo que esperamos.
Espero vuestros comentarios. Gracias por vuestra acogida en este nuevo año.
Bibliografía
C.G.Jung, Tipos psicológicos, traducción de R. de la Serna, editorial Letras, Chile, 1937
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