Hoy me gustaría que entabláramos un diálogo sobre nuestra alimentación emocional. Esto nos permitirá conocer las claves de la conversación que mantenemos con nuestro pensamiento a la hora de elegir los nutrientes del día y con los que vamos a lograr el bienestar.
Leer másAdelgazar. Distinguir entre hambre y querer comer.
El sobrepeso provoca una mayor atención hacia la comida y una respuesta más rápida ante la sensación de apetito. Por el contrario, las personas más delgadas, aunque sientan el estómago vacío, pueden dilatar la hora de comer, y en casos exagerados llegan a olvidarse debido a los bajos estímulos cerebrales que reciben.
Alimentación emocional. Algunos consejos para estos días de otoño
El otoño siempre llega con lluvias, y el cielo muestra sus nubes más grises. Es ya época de recogerse en casa, lo que hace siempre más fácil la elaboración de algunos platos que son aconsejables en esta estación. Este impulso de cuidarnos nos evoca a nuestra madre y sus amorosas comidas. El recuerdo del olor de sus platos calientes y su amor nos estremece. Si cerramos los ojos y susurramos: «Mamá, mamá, mamá» varias veces, parece que sus cariñosas palabras y sus cuidados insustituibles nos envuelven, y nos sentimos acunados de nuevo. Estén donde estén, estas mujeres tan significadas y significantes vivirán en nosotros en forma de gran recuerdo culinario. Ellas han sido artífices de muchos de nuestros momentos de gozo. Nos hemos alimentado con sus deliciosas recetas sin cuestionarnos su valor dietético, y hemos disfrutado de los aromas de sus caldos, de las jugosas salsas, de las cremas tamizadas, de los guisos caseros, de cada una de las creativas formas de amor que cada almuerzo o cena nos ofrecían.
Leer másLos dientes y su significado emocional
Cada vez que mi madre soñaba con la caída de sus dientes nos decía que en unos días iba a tener noticias de muertos o presagio de pérdidas económicas. Aquellas agoreras y profusas intuiciones de mi progenitora me acongojaban. Ella, crédula absoluta de esta conexión, vivía pendiente de que se cumpliesen sus expectativas. Como es lógico, algunas veces sucedía así.
Leer másMinerales: el elixir de la eterna juventud y de la felicidad (115)
Las vitaminas (que hemos visto en post anteriores) y las sales minerales reciben el nombre de micronutrientes. Se necesitan en cantidades mucho más reducidas que las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono, pero son esenciales para una buena nutrición. Estos minúsculos nutrientes son los colaboradores más efectivos para mantener la salud del cuerpo, además de que algunos de ellos forman parte de los tejidos corporales, como es el caso de los huesos, que contienen y guardan el calcio del cuerpo. El flúor se encuentra en los dientes, y la sangre contiene hierro. Amén de favorecer el bienestar corporal, los minerales son el elixir de la juventud. Cuando nuestro organismo se siente nutrido adecuadamente de estos elementos químicos, sentimos una gran vitalidad y tomamos conciencia de todo nuestro potencial transformador.
- La función estructural: mantenimiento de la firmeza, la resistencia y la estabilidad de los tejidos, huesos y cartílagos.
- La función reguladora: facilita la permeabilidad neuromuscular y el equilibrio ácido y base o el Ph del cuerpo.
- La función catalítica: mantiene la concentración normal de los minerales en los líquidos del cuerpo y responde a las necesidades de las enzimas y compuestos biológicos.
- Los macrominerales (minerales grandes), cuya necesidad diaria es de más de 70 mg/kg. Son: el calcio, el fósforo, el magnesio, el potasio, el sodio y el azufre.
- Los microminerales (minerales pequeños) llamados también elementos traza u oligoelementos, cuya necesidad está por debajo de 70mg/kg. Los más relevantes son: el hierro, el cobalto, el cromo, el manganeso, el zinc, el yodo, el selenio, el flúor, el níquel, el vanadio, el arsénico, el estaño y el molibdeno.
Alimentación emocional. Algunos consejos para estos días de otoño (106)
El otoño siempre llega con lluvias, y el cielo muestra sus nubes más grises. Es ya época de recogerse en casa, lo que hace siempre más fácil la elaboración de algunos platos que son aconsejables en esta estación. Este impulso de cuidarnos nos evoca a nuestra madre y sus amorosas comidas. El recuerdo del olor de sus platos calientes y su amor nos estremece. Si cerramos los ojos y susurramos: «Mamá, mamá, mamá» varias veces, parece que sus cariñosas palabras y sus cuidados insustituibles nos envuelven, y nos sentimos acunados de nuevo. Estén donde estén, estas mujeres tan significadas y significantes vivirán en nosotros en forma de gran recuerdo culinario. Ellas han sido artífices de muchos de nuestros momentos de gozo. Nos hemos alimentado con sus deliciosas recetas sin cuestionarnos su valor dietético, y hemos disfrutado de los aromas de sus caldos, de las jugosas salsas, de las cremas tamizadas, de los guisos caseros, de cada una de las creativas formas de amor que cada almuerzo o cena nos ofrecían.
Alimentación emocional: las vitaminas. Aprender y ser felices depende de ellas. Vitamina C (95)
¿Tus defensas están altas? ¿Tus heridas cicatrizan rápidamente? ¿Absorbes el hierro y alejas las anemias de tu vida? ¿Tus encías están sanas y no sangran? ¿Tus huesos son sólidos y soportan los golpes sin romperse? ¿Tu cabello es resistente y soporta los cambios de estación? ¿Tu ánimo se mantiene cuando llega el invierno o hay menos horas de sol? Estas respuestas serán positivas si tu alimentación te aporta suficiente vitamina C.
- Frutas: mango, cítricos (naranja, pomelo y limón), grosellas, fresas, frambuesas, arándanos, piña, escaramujo y moras
- Verduras: acedera, hojas de rábano, diente de león, coles de Bruselas, repollo, coliflor, brécol, nabos y todas las lechugas. Las ensaladas en general tienen gran cantidad de esta vitamina
- Hortalizas: pimiento verde, rojo y amarillo; perejil,
- Hay que hacer una mención muy especial al kiwi, considerado el tesoro de la vitamina C. Su densidad nutritiva está en 16, y su seguidora más cercana es la papaya con 14, seguida del limón con 13 y de la fresa con 12. (Ver estudio de Rutgers realizado por el Dr. Paul Lachance en: www.zespri-europe.com)
Alimentación emocional: las vitaminas. Aprender y ser felices depende de ellas. Vitamina B12 (90)
¿Te sientes vital y fuerte? ¿Mantienes tu atención y la memoria a pesar del paso del tiempo? ¿Consigues perseverar en tu ánimo y entregarte a tus proyectos? ¿En tus últimos análisis los niveles de glóbulos rojos estaban en los parámetros correctos? Estas respuestas serán positivas si tu alimentación te aporta suficiente vitamina B12.
- Pescados y mariscos: róbalo, almejas, cangrejo, langosta, sardinas, camarones.
- Carnes: res, pollo, hígado de ternera, cerdo, salchichas, pavo, cordero.
- Derivados lácteos: leche, queso azul, queso camembert, queso gorgonzola, queso suizo.
- Huevos.
- Algas: la Nori es una de las más ricas.
- El Aloe vera también es rico en esta vitamina.
- Extracto de levadura.
- Copos de cereales.
- La hierba Angélica sinensis es una de las pocas plantas que contiene cantidades significativas de esta vitamina. En China, Corea y otros países asiáticos se utiliza para las anemias, los problemas de hipertensión y la fatiga.
Alimentación emocional: las vitaminas. Aprender y ser felices depende de ellas. B9 o Ácido Fólico (85)
¿Eres feliz? Si la respuesta es sí, y sientes esa felicidad con las pequeñas y grandes cosas que vives cada día, seguro que tu organismo es capaz de sintetizar correctamente las vitaminas del grupo B. Y es que cada una de estas vitaminas se encarga de una función, y el conjunto de ellas nos permite sentirnos mejor, más conscientes y transparentes en nuestras propósitos y compromisos. Estas vitaminas nos dejan ver el sol en un día nublado, y confiar en que el cielo relucirá de nuevo. Las vitaminas son el armazón de una vida alegre y vital.
- Estomatitis (aftas bucales o llagas blancas en las mucosas de la boca que son dolorosas y muy contagiosas).
- Palidez extrema (que se produce cuando hay un estado emocional intenso).
- Glositis (inflamación de la lengua, que se presenta lisa y grande).
- Fatiga (cansancio extremo).
- Diarrea (alteración en los procesos intestinales).
- Náuseas (combinadas con una sensación de fragilidad y cansancio).
- Sensación de acortamiento en la columna vertebral (falta de elasticidad medular).
- Pérdida de peso (bajadas de peso sin modificar la alimentación).
- Pérdida de apetito inusual (inapetencia y desgana).
- Comportamientos extraños (los indicados más arriba).
Video musical relacionado:
Leer másAlimentación emocional. Las vitaminas. Aprender y ser felices depende de ellas (80)
En el grupo de vitaminas hidrosolubles (necesitan para su absorción un medio acuoso), de las que ya hablamos en el post anterior (75), se encuentran los mayores aliados para potenciar nuestro sistema nervioso y nuestro equilibrio emocional. Estas vitaminas, que se distribuyen por el cuerpo a través de los líquidos intra y extra celulares, han sido descubiertas en los dos últimos siglos y de una manera más científica en el siglo XX mediante los reflejos fisiológicos que la carencia de ellas evidenciaba en el cuerpo. En la actualidad, las personas que llevamos una vida activa normal difícilmente mostramos una insuficiencia tan agresiva como en el pasado; sin embargo, hay desajustes emocionales que desaparecerían si fuéramos un poco, sólo un poco, más cuidadosos con la aportación diaria de estas microsustancias del grupo B.