Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.

Entonces encontró una Fresia floreciendo, y más fresca que nunca. El rey preguntó:

– ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

– No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías Fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: «Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda»

Jorge Bucay 

Mírate y piensa quién eres tú y que quieres ser. Repasa tus vivencias de la semana y comprueba a quién has envidiado, que deseos te han arrastrado hasta un sentimiento de inferioridad que por momentos te ha acometido impidiéndote reflexionar con serenidad sobre las cosas que haces estupendamente y las que necesitas aprender.

Vivimos fuera de nosotros mismos y de nuestras posibilidades personales y profesionales que nos alejan de la simplicidad. La vida es muchísimo más sencilla cuando somos el roble, o el pino o la sencilla Fresia. En ningún caso seremos felices cuando estamos fuera de lo que somos y podemos ser.