En el post 331 iniciamos nuestras conversaciones sobre la importancia de los dientes y sus diferentes significados emocionales. No cabe duda que desde nuestros primeros dolores dentales, allá por los cuatro meses de edad, los dientes tuvieron un significado e importancia para nosotros y para nuestro entorno. Muchas de las molestias, mal carácter, llantos y enfermedades  tuvieron su causa y su origen en la dificultad para «cuajar» nuestros dientes.

Cuando acudimos a la revisión odontológica nos encontramos con un informe en el que aparecen una serie de números que en muchos casos nos resultan desconocidos. Como dato curioso haremos una aproximación a la designación numérica de los dientes, no para evitar ser unos profanos, que lo seguiremos siendo, sino para identificarnos un poco más con nuestro cuerpo.

Lo primero que debemos saber es que los dientes se dividen en cuadrantes, dos superiores y dos inferiores con los laterales derecho e izquierdo, que corresponden al maxilar superior e inferior. La numeración de los dientes del cuadrante superior derecho se inicia con la clave 1 más el número que ocupan en la cavidad bucal. Es decir 11, 12… En el lateral superior izquierdo la clave es 2, así que los dientes serán el 21, 22… La clave del lateral inferior izquierdo es 3 y sus dientes son el 31, 32… Por último, el lateral inferior derecho tiene como clave el 4, y sus dientes son el 41, 42…

Los números corresponden a un tipo de dientes que están repetidos en los dos cuadrantes y en cada lateral:

1 Incisivo central: 11, 21, 31, y 41

2 Incisivo lateral: 12, 22, 32 y 42

3 Canino: 13, 23, 33 y 43

4 Primer premolar: 14, 24, 34 y 44

5 Segundo premolar: 15, 25, 35 y 45

6 Primer molar: 16, 26, 36 y 46

7 Segundo molar: 17, 27, 37 y 47

8 Tercer molar (llamada también muela del juicio): 18, 28, 38 y 48

Los primeros dientes que aparecen en el niño son los incisivos. Entre los 6 y 8 meses salen los incisivos inferiores centrales, los superiores centrales y los laterales superiores e inferiores, por ese orden. Estos dientes, según los orientales, están regados por los meridianos del riñón y la vejiga, y para los odontólogos hol