John Kennedy Toole (1937 – 1969) escribió su primera novela, La Biblia de neón, cuando tenía 16 años, y no consideró la posibilidad de que fuera publicable. Pensó que era muy joven para ello. Por el contrario, cuando escribió su segunda novela y última, La conjura de los necios (A Confederacy of Dunces), su expectativa vital era la publicación de la misma. Toole creía que era una obra genial.
Kennedy Toole escribió La conjura de los necios durante los años que permaneció en Puerto Rico cumpliendo con el servicio militar. El argumento de su novela lo basó en una cita de Jonathan Swift: «Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él», cita que marcó su destino.
Una vez acabada su obra, hacia el año 1962, envió el original a diferentes editoriales, y una a una, rechazaron la publicación de la novela. Quizá porque es una obra que pone el dedo en la llaga en los problemas de Estados Unidos en los años 60, posiblemente porque los editores eran los necios que se conjuraban contra él. Así pensaba Toole cuando durante más de cinco años fracasó en su intento.
Las peripecias de Ignatius J. Reilly, el protagonista del escrito, tiene mucho que ver con la vida de su autor, y algunos críticos la consideran de alguna manera autobiográfica. Sea así o no, lo que resalta en la historia de Toole es la fuerza de un pensamiento hecho realidad. Cada vez que la obra era rechazada por algún autor, Toole sentía la fuerza de la cita de Swift. Los «necios» que llevaba dentro bloquearon su éxito y le abocaron a su destrucción. Se suicidó cuando tenía 30 años.
Su madre, con la que tuvo una relación muy especial y compleja, presentó a distintas editoriales el manuscrito, y también volvieron a rechazarla. Fue el escritor Walker Percy quien logró que se publicara en el año 1980. Al año siguiente fue galardonada con el premio Pulitzer.
Y todo esto, ¿para qué? Os propongo un ejercicio. Revisad los pensamientos que escondéis, pues en ellos guardáis una máxima que os impide cumplir vuestros sueños. Palabras que han sido dichas al vuelo y que habéis recogido para convertirlas en vuestros detractores y en los «asesinos» de vuestro destino. Seguramente Toole hubiera encontrado muchas otras posibilidades si no hubiera estado convencido de que era un genio y los editores sus necios particulares.
Busca la cita que se repite en tu mente y que te frena cuando vas a realizar nuevas experiencias, rescata las limitaciones que algunas sentencias familiares, escolares o profesionales han hecho de ti una persona encogida, empobrecida, limitada.
Si piensas que eres la persona más lista del mundo pero que no te entienden, o crees que serías el mejor bailarín pero no te dieron la oportunidad, si podrías haber sido un gran pintor pero te paralizaron tus padres, si eres la bomba pero los demás no lo captan, si podrías ser el director general de tu compañía y eres un mando intermedio. Si al final te das cuenta que no hay lugar para un ser tan especial como tú, rompe ese destino. ¿Para qué quieres seguir pensando que algo o alguien te limita? El único «necio» en tu vida eres tu mismo.
Hoy es un día maravilloso para obtener el premio Pulitzer por ti mismo.
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