El sonido del Universo (216)
Nunca observamos atentamente la calidad de un árbol; nunca lo tocamos para sentir su solidez, la rugosidad de su corteza, para escuchar el sonido que le es propio.

El miedo (214)
“El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor”
Esta investigadora sostiene que el principal transmisor actual del miedo son los medios de comunicación de masas, pero en todo caso se precisa de la credulidad de la sociedad para que el pánico estalle. Tras estudiar los archivos históricos, la autora muestra cómo entre 1947 y 1954 estalló un pánico colectivo ante el abuso sexual de niños, pese a que los periódicos llevaban años publicando ese tipo de noticias. Otro caso estudiado por la autora es el pánico colectivo desatado por la retransmisión de La guerra de los mundos por Orson Welles en 1938, cuando una ficción radiada sobre un ataque alienígena a la tierra desató la alarma entre los estadounidenses. La autora recuerda que el precedente de ese experimento (una emisión equivalente de la BBC realizada por K. Fox en 1926, con idénticos resultados de miedo colectivo en el Reino Unido) fue olvidado, tal vez por un posterior sentimiento de vergüenza colectiva.El diamante personal – Personal diamond (213)
Todas estaban en la calle. Iba a impartirles un taller que las ayudara en su lucha contra el maltrato, el abuso, el dolor y cualquiera de las situaciones que vivían día a día.

El miedo (212)
“Así es -dijo Sancho- pero tiene el miedo muchos ojos, y ve las cosas debajo de tierra, cuanto más encima en el cielo”
Miguel de Cervantes
En el primer capítulo de su libro No miedo, en un apartado titulado Dr. Jeklyl vs Mr. Hyde, Pilar Jericó distingue dos tipos de miedo: El miedo equilibrante y el tóxico:El miedo (211)
“El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos: yo y mi miedo” Hobbes
El miedo (210)
Dedico este post a todos los que hemos vivido cualquier tipo de miedo
El miedo se activa en una parte de nuestro cerebro situado en la zona temporal donde se encuentra la amígdala, o lo que es igual, el tramo límbico. Va a depender de nuestra emotividad y desbordamiento emocional el que haya un mayor impacto en esta zona, y por ello una elevación de la percepción temerosa, con su consiguiente inadecuación a esta sensación.El cambio (209)
«Cuando era joven y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Según fui haciéndome mayor, pensé que no había modo de cambiar el mundo, así que me propuse un objetivo más modesto e intenté cambiar solo mi país. Pero con el tiempo me pareció también imposible. Cuando llegué a la vejez, me conformé con intentar cambiar a mi familia, a los más cercanos a mí. Pero tampoco conseguí casi nada. Ahora, en mi lecho de muerte, de repente he comprendido una cosa: si hubiera empezado por intentar cambiarme a mí mismo, tal vez mi familia habría seguido mi ejemplo y habría cambiado, y con su inspiración y aliento quizá habría sido capaz de cambiar mi país y -quién sabe- tal vez incluso hubiera podido cambiar el mundo.»
(Encontrada en la lápida de un obispo anglicano en la Abadía de Westminster)
Muchos de nosotros queremos ser catalizadores del cambio, y soñamos con ayudar a los demás a que encuentren su camino, a que sean mejores o a que desarrollen todo su potencial. Otros muchos mantenemos la ilusión de ser especiales y estar bordeando los límites entre lo humano y lo divino.Resiliencia (207)
Algunos estudiosos de los años 70 llegaron a la conclusión que ser resiliente era una patología. Consideraban que se trataba de una enfermedad emocional caracterizada por cierto grado de insensibilidad que impedía que las situaciones estresantes afectaran a las personas implicadas. No se trataba pues de unas cualidades especiales, sino de una imposibilidad para sentir las crisis. Rebatiendo estas teorías, los expertos de la década de los 90 estimaron que la resiliencia es un ajuste saludable ante la adversidad, donde se dan unas condiciones que favorecen la maleabilidad ante procesos críticos y límites.
Aceptando esta verdad inmutable de la cualidad adaptativa de unos frente a otros que se desmoronan y desfallecen ante cualquier cuestión que les supera emocionalmente, quisiera indagar sobre lo que he dado en llamar el elitismo de la resiliencia. Pienso que las personas son resistentes para unas circunstancias muy claras, para las que se sienten competentes, y por el contrario, se sienten sobrepasadas por otras experiencias de igual gravedad.Autenticidad. (Authenticity) (206)
Me contaron este cuento que nos puede ayudar a reflexionar sobre nuestras actitudes para llegar a tener éxito:

