Nunca observamos atentamente la calidad de un árbol; nunca lo tocamos para sentir su solidez, la rugosidad de su corteza, para escuchar el sonido que le es propio.

No es el sonido que produce el viento en las hojas, ni la brisa de la mañana que las hace susurrar, sino un sonido propio, el sonido del tronco, y el sonido silencioso de las raíces.
Hay que ser sumamente sensible para captar ese sonido.
No es el ruido del mundo, la verborrea del pensamiento, ni el ruido de las disputas humanas y el de las guerras, sino el sonido propio del universo.
KRISHNAMURTI
Observamos lo que nos inquieta, lo que nos asusta, lo que nos tensiona.
Permanezcamos atentos a todo aquello que nos distorsiona el campo de visión real.
El murmullo constante de la vida sin pausa hace que perdamos cantidad de matices que nos impiden ampliar la gama de vivencias ansiadas.
Disfruta del sonido de tu universo personal, de tu pareja, de tus hijos, de tus compañeros de trabajo, de tu rincón de lectura, de la música que llevas dentro, y sobre todo aspira profundamente tu vida y extiéndela.
Hoy es el primer día de muchos para regocijarse de estar en este universo tan único y tan nuestro.
He pensado que es un buen momento para decidir cambiar todo aquello de lo que me resiento. De mirar cuando quiero que me miren, de amar cuando anhelo que me quieran, de cuidar cuando busco que me protejan. Es mi mejor instante para dar en lugar de esperar.

El sonido del Universo (216)