Esta poesía ha sido un referente para un hombre bueno. Mandela a pesar de haber permanecido durante 27 años en una celda en las cárceles de su país, no fue vencido por el abatimiento, la desolación o el miedo. Seamos los amos de nuestro destino y capitanes de nuestra alma, hoy y siempre.

Invictos

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma

William Ernest Henley

This poem has been a reference for a good man. Mandela, despite of having stayed for 27 years in a prison cell in his country, was not overcome by despair, desolation or fear Let us be the masters of our fate and captains of our souls, now and forever.

INVICTUS

Out of the night that covers me,

Black as the Pit from pole to pole,

I thank whatever gods may be

For my unconquerable soul. –

In the fell clutch of circumstance

I have not winced nor cried aloud.

Under the bludgeoning of chance

My head is bloody, but unbowed. –

Beyond this place of wrath and tears

Looms but the horror of the shade,

And yet the menace of the years

Finds, and shall find me, unafraid.

It matters not how strait the gate,

How charged with punishments the scroll,

I am the master of my fate;

I am the captain of my soul.

William Ernest Henley