Cuenta una historia popular árabe, que dos amigos iban caminando por el desierto. En un momento dado, tuvieron una discusión, y uno abofeteó al otro. El otro, sin decir una palabra, escribió en la arena:
«Hoy mi mejor amigo me ha dado una bofetada.»
Siguieron andando hasta que se encontraron un oasis, donde se bañaron. El que había sido abofeteado tuvo un mareo y comenzó a hundirse en medio del lago, pero su amigo lo salvó. Cuando se recuperó, esculpió en una piedra:
«Hoy mi mejor amigo me ha salvado la vida.»
El otro le dijo: «Después de abofetearte escribiste en la arena. Ahora grabas en una piedra, ¿por qué?». El amigo contestó: «Cuando alguien te haga daño, escríbelo en la arena, donde los vientos del perdón lo borrarán, pero cuando alguien te haga bien, grábalo en la piedra, donde ningún viento lo pueda jamás borrar».
Dos amigos y dos temperamentos (76)
Conclusiones:
  • Uno de los mayores hándicap de dos temperamentos es su rencor, y el recuerdo del daño recibido durante mucho tiempo. Esta actitud impide que estos temperamentos evolucionen y que logren los éxitos que la vida les ofrece. Necesitan escribir sobre la arena para que los vientos del perdón les ayuden.
  • Por otro lado hay dos temperamentos que no recuerdan el daño que infringen a los demás reduciendo de este modo su posibilidad de cambio.
Todos ellos deben realizar un progreso en cuanto a la correcta valoración de los actos que suceden a su alrededor.
  1. ¿Qué temperamento tiene el que abofeteó?
  1. ¿Qué temperamento, si superase el rencor, escribiría en la arena y esculpiría la piedra?
  1. ¿Qué temperamento es rápido y tendría la capacidad de salvar al que se está ahogando (aunque todos pueden, hay uno que posee en grado sumo esta cualidad)?
  1. ¿Qué temperamento es el que más analiza y podría responder a estas cuestiones y dejarnos mensajes con esta profundidad?
  1. ¿Qué temperamento es poco analítico y necesita preguntar al amigo el significado de la arena y la piedra?
  1. Reflexiona sobre estos temperamentos y busca detalles que te ayuden a fortalecer lo mejor que tienes de cada uno de ellos.
  1. Recuerda momentos en los que has actuado como cada uno de estos temperamentos. Seguro que has hecho aprendizajes que te sirven para llenarte de fuerza y hacer cambios relevantes en tu día a día.
Aunque todos somos todo, y lo positivo de ambos está dentro de nosotros, debemos potenciar lo que deseamos de nosotros y detener lo que no nos favorece.