En el cuento Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carrol nos sugiere con una frase la importancia de conocer a dónde queremos ir:

“¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? -Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar, dijo el Gato. – No me importa mucho el sitio, respondió Alicia. -Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes, le contestó el Gato.”

Si tú no sabes o no defines tus objetivos poco o nada importa qué esté sucediendo en tu vida en el presente y tampoco será relevante en el futuro. Llegarás a algún lugar que no sabrás identificar, y pasarás por los confines de tus riquezas sin desenterrar los tesoros que para ti están escondidos.

El primer paso para fijar unas metas claras es repasar la situación actual, señalar qué acciones has llevado a cabo y qué resultados has obtenido durante el año que ha terminado. Si piensas que hay algo que mejorar en el reciente 2017, y quieres ponerte a ello, escribe una frase que defina exactamente qué quieres lograr que dependa 100% de ti. Un ejemplo que vivo de forma cotidiana, y que podría ser aplicado también a tu caso:

En los próximos seis meses quiero superar mi bloqueo en la comunicación.

Una vez hayas definido tu frase plantéate qué te lleva a marcarte este objetivo. Si seguimos con el ejemplo podría ser: Quiero desarrollarme en mi compañía y la comunicación es primordial. De hecho perdí una oportunidad hace un año.

Una vez has definido qué quieres alcanzar con tu objetivo es necesario que te preguntes ¿qué beneficios me aporta la situación actual? La ecología de los problemas la analizamos muy pocas veces y eso induce a muchos errores en los cambios que nos planteamos.

Escribe una frase donde reflejes con nitidez qué beneficios estás obteniendo de tu situación actual.

Sólo si defines con honestidad esta parte, lograrás cambios radicales. Si hay un convencimiento de que tus comportamientos actuales no son ventajosos para ti, difícilmente los vas a modificar. Harás planes de acción que durarán un tiempo, y reincidirás en la dificultad, porque detrás de todo tu presente hay un miedo, una tensión, una inseguridad y sobre todo un espacio de confort imbatible si no lo dejas al descubierto.

Imagínate algo así como: Si ahora me comunico, me caerán todos los “marrones” de las presentaciones en público o quedará en evidencia que realmente no sé tanto o me puedo equivocar y perder lo que he conseguido hasta ahora.

Tu objetivo para el 2017 va a cambiar situaciones que hasta ahora tenían beneficios inconscientes. Cambiar la percepción y entender el nuevo ecosistema que vas a construir es muy importante en este proceso.

Si ya has asumido que vives en tu zona de confort y quieres salir de ella, es el momento de que anotes tus actitudes de ahora y las que tendrían que producirse para que tú observases un cambio. En el ejemplo sabemos que hay un bloqueo de comunicación, sin embargo, hay poca definición de qué está sucediendo y cómo se produce esta falta de fluidez comunicativa.

Es imprescindible que exista una manera objetiva de medir la meta, de tal manera que puedas valorar su cumplimiento. De no ser así, correrás el riesgo de interpretar de manera sesgada si ha sido alcanzado o no. Te puedes ayudar de preguntas tipo: ¿cómo voy a saber en el proceso que camino en la dirección adecuada? ¿qué comportamiento que hago hoy cambiará si lo estoy consiguiendo? Es importante que definas qué conducta es nociva para ti hoy y cómo sería si éste desapareciera.

En el ejemplo, cuando se encuentra ante el reto comunicativo, se produce sudoración, temblor en las manos, falta de conexión con las ideas, repetición de palabras, cambio en la voz, titubeos…

Necesitas marcarte unos pasos que sean posibles y alcanzables con el fin de mantener la motivación y lograr las metas. Es muy difícil que el personaje del ejemplo logre fluir en su comunicación si su primera prueba la pasa en el contexto que más tensión le provoca. A la vez que será poco probable que vayan a desaparecer todos los ítems negativos al mismo tiempo.

Piensa en tu objetivo recordando tus valores, tus creencias y sobre todo evaluando tu desempeño. Cualquier cambio te exige analizar la posibilidad de realización. Si tu superación en la forma de comunicarte la orientas fuera de tus valores porque crees que lograrás más rápidos resultados, es posible que sufras en el intento. Todas las modificaciones deben estar enmarcardas en la mejor versión de ti.

Ahora que ya has dado algunos de estos pasos, te propongo que te contestes con absoluta claridad para qué será útil este cambio más allá de ti. Necesitas respetar la incidencia que tu objetivo tiene en todo tu entorno. Piensa en tu familia, en tus amigos, en cada una de las personas a las que tú les has dado algún valor. Y si la mayoría se benefician de tu cambio lucha por ello hasta el final.

Recuerda:

  • Define tu objetivo
  • Marca un límite temporal para su realización
  • Escribe cuál es la situación actual y tu futuro deseado
  • Acepta los beneficios de tu actitud del presente
  • Señala las ventajas del cambio
  • Registra los comportamientos que ahora no son positivos
  • Busca un modelo o define con claridad los comportamientos que mostrarán señales inequívocas de tu éxito
  • Recoge todos los días tu superación y reafirma el cambio

Ante todo acepta con humildad que todo lo que ahora vives te produce beneficios y ventajas que te hacen permanecer en tu zona de confort. Sólo asumiendo esta realidad puedes avanzar hacía el cambio de percepción.

Gracias