Hay edificios que se construyen para transformar el entramado de las ciudades. Con ellos, las texturas cotidianas se entremezclan con los nuevos diseños, y resplandecen al bruñirse sus metales con los cálidos reflejos del sol. Estos edificios abren una ventana al mundo llevando un mensaje cultural que traspasa fronteras. Son como enormes espejos donde los vecinos se miran, comparten y reflexionan sobre quiénes son y hasta dónde han llegado con su conocimiento. Estas construcciones llegan de la mano de arquitectos visionarios y políticos iluminados que optan por emplear el dinero público en brillantes ejercicios de arquitectura que transforman el entendimiento de la ciudad. Estos edificios, además de movilizar la economía local, acrecientan el sentimiento universal de sus habitantes y se transforman en símbolos de su gran desarrollo.
Leer másLa felicidad de no depender
La historia de hoy nos lleva hasta la India y no cuenta la historia de un hombre que se trasladó a otra aldea y se encontró con un sennyasí. Este es un mendigo, que tras haber alcanzado la iluminación, comprende que el mundo es su hogar y el cielo su techo. El Señor cuidará de él y eso le permite trasladarse de un lugar a otro.
Leer másDía del libro
El día de Sant Jordi se celebra en Cataluña desde la época medieval. La tradición pedía a los hombres que dieran rosas a sus amantes y, desde 1925, a las mujeres dar un libro a cambio. Hoy es el día del libro y me gustaría que todos recibiéramos un regalo de todos, compartiendo información.
Leer másEl diario de un mago de Paulo Coelho
¿Has decidido que tus sueños son una quimera de tu infancia y ahora no tienen sentido? ¿Qué ha pasado con tus ensoñaciones juveniles? Posiblemente estés escondido detrás de la muralla de tus miedos y hayas decidido que nada de aquello es posible. En realidad, de lo que estás huyendo es de ti mismo y de los grandes significados que encontraste en el pasado que ahora te parecen irrealizables.
Leer másLa doble mirada
En ELPAÍS.com aparece la siguiente noticia:
Sentada en una bancada de pupitres de un aula de la Facultad de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense, Hilda Farfante Cayo, de 79 años, confesó ayer, entre lágrimas, que había sido el sentimiento de culpa el que la había llevado hasta allí, a participar en el encierro simbólico de apoyo al juez Baltasar Garzón. «Me siento culpable de lo que le pasa. Porque yo le veía que iba a por Pinochet y luego a por los argentinos y siempre decía: ¿Y lo de mis padres? ¿Y la represión franquista? Cuando dijo que se iba a ocupar de esto, me llevé la alegría de mi vida. Ahora, con todo lo que le está pasando, tengo ganas de pedirle perdón. Mi abuela siempre decía: “ a los falangistas decidles siempre a todo que sí. No les llevéis nunca la contraria”. Y a lo mejor tenía razón».
Leer másBaltasar Garzón
Cuando muchos te acorralan, otros te defienden y muchos permanecen impasibles, yo quiero darte las gracias. Primero por lo accesible y cercano que eres como persona y como juez. Y porque cuando se te pide ayuda respondes con celeridad. El reloj de la vida te pilla siempre despierto. Eres una de las personas más trabajadoras que conozco. Has pasado muchas horas pensando y desarrollando defensas para el débil en cualquier parte del mundo. Las mujeres de México recibieron tu apoyo, los asesinados en Argentina también, no te olvidaste de mi querido Salvador Allende y los hermanos chilenos, ni de los palestinos…Todos estos y muchos otros genocidios realizados en el mundo merecieron tu estudio y tu defensa.
Leer másNo creas
No creas algo simplemente porque se rumorea. No creas en la veracidad de las tradiciones únicamente porque son veneradas desde hace muchas generaciones. No creas algo porque la opinión general lo considera verdadero o porque se habla mucho de ello. No creas algo por el solo testimonio de uno de los sabios de la antigüedad.
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