Corea del Sur es uno de los primeros países en desarrollar un nuevo modelo de ciudad. La metrópoli futurista New Songdo City, llamada Songdo International Business District, será la primera urbe inteligente en Corea del Sur, y una de las primeras del mundo. Se prevé que vivan unas 65.000 personas, y que unas 30.000 trabajen allí.
Songdo estará construida sobre una superficie de unos 6 km2 (1500 acres). Las obras se desarrollarán en unos 10 años, y se prevé que estará acabada para el 2015. El coste previsto de la inversión es de más de 20 billones de dólares. Este centro de negocios de libre intercambio económico supone uno de los pilares de la fortaleza económica que los países asiáticos están erigiendo últimamente.
El proyecto de esta capital del siglo XXI será el símbolo de los últimos adelantos tecnológicos. Songdo será una ciudad totalmente interconectada. Cada uno de los habitantes de este nuevo complejo de negocios tendrá una tarjeta que le servirá para todo: utilizar el metro, pagar en los parkings, comprar entradas en el cine, abrir la puerta de su vivienda, etc. Las llamadas se harán mediante videoconferencia, y habrá acceso inalámbrico en todo el territorio urbano.
Esta ciudad, que está a 60 km de Seúl, tendrá rascacielos inteligentes, viviendas ecológicas y un parque que estará inspirado en el Central Park de Nueva York. Más del 40% de los edificios serán certificados como verdes. Toda la ciudad emitirá un tercio menos de C02 que las grandes metrópolis actuales. La compañía tecnológica Cisco, que ha sido contratada por los promotores de este proyecto, inundará el complejo de sensores y líneas de comunicación, pues todas las partes de la ciudad estarán conectadas entre sí. Será una ciudad ubicua o basada en la inteligencia ambiental, donde todos los ordenadores estarán integrados, participando de la cotidianidad para favorecer la relación de las personas con la tecnología.
¿Cómo llenarán de historia esta ciudad? ¿Cuál será la cultura que invada sus calles? Pienso que ahora hay que preparar a sus futuros habitantes. Una urbe que comparte información técnica sin límites y que se preocupa del bienestar ambiental, debe tener resueltas también las carencias emocionales, la necesidad de adaptación de sus ciudadanos. De modo que cada uno de los habitantes de la metrópoli viva sus anhelos y los comparta con cada uno de sus vecinos.
Espero que surja alguna compañía que estudie el alma de las personas y cómo desarrollarlas para este nuevo mundo futuro. A priori parece que sólo se piensa en un mundo de robots. Quizá como pasó en Blade Runner (Ridley Scott 1982) ambientada en el año 2019 la obra penetra en las implicaciones futuras de la tecnología en el ambiente y la sociedad.
Os aconsejo indagar en estas nuevas construcciones que están realizando Cisco, IBM y otras compañías tecnológicas que nos aventuran a un mundo muy nuevo, pero ya muy cercano.
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