¿Conoces por qué a veces eres capaz de lograr lo que te propones y otras te sientes derrotado al primer intento? ¿Qué hace que tengas éxito en algunas de tus propuestas y en otras no? Muchas de estas respuestas están en investigar tu motivación y la satisfacción de tus necesidades. Desde las más básicas a las más elevadas.
La palabra motivación proviene de los términos latinos motus (movido) y motio (movimiento). En el campo de la psicología, motivación es lo que nos impulsa a realizar determinadas acciones y a persistir en ellas hasta el cumplimiento de nuestros objetivos.
Podemos decir que la motivación se halla vinculada a la voluntad y al interés, de tal modo que tendremos una mayor capacidad para conseguir nuestros propósitos en la medida que nuestra voluntad e interés estén al servicio de los mismos. A veces, esto sólo depende de conocer un poco más cómo funcionamos.
Cuando hablamos de motivación queremos referirnos al ansia, al deseo, la necesidad, y la voluntad de lograr aquello que anhelamos, bien porque nos sentimos carentes de ello, o porque hay una intención de desarrollo o de autorrealización.
Para una persona con bajos recursos su prioridad será cubrir sus necesidades más básicas, y su motivación estará íntimamente ligada a lograr resolver estos déficits de supervivencia. Por el contrario, todos aquellos que vivan con un superávit económico tendrán una tendencia mayor al logro, al autorreconocimiento o al prestigio.
Podemos dividir las motivaciones en tres:
· Las fisiológicas o de primera necesidad, que son innatas en la persona. Todos tenemos la capacidad de alcanzarlas con mayor o menor esfuerzo. Y todos priorizaremos estas necesidades sobre otras.
· Las sociales, que están vinculadas al prestigio y logro social. Se relacionan con las habilidades para relacionarse con los otros, así como de beneficiarse y apoyar a las relaciones sociales. Algunas de las redes sociales han nacido de estas motivaciones.
· De autorrealización, que son distintas para cada persona. Se trata de obtener logros personales que estén enfocados hacia el crecimiento y el desarrollo personal.
Ahora bien, ¿cómo podemos lograr la realización de estas
motivaciones? Si enfocamos la motivación como un proceso para satisfacer necesidades, proponemos lo que se denomina el ciclo motivacional, basado en Chiavenato (I, 1998), cuyas etapas son las siguientes:
1. Homeostasis: es el estado de equilibrio en el que permanece el organismo humano hasta que recibe un estímulo.
2. Estímulo: se genera una necesidad. En ese instante se rompe el equilibrio y la persona busca resolverlo.
3. Necesidad: la necesidad, insatisfecha, provoca un estado de tensión.
4. Estado de tensión: la tensión produce un impulso que da lugar a un comportamiento o acción.
5. Comportamiento: el comportamiento, al activarse, se dirige a satisfacer dicha necesidad y alcanza el objetivo.
6. Satisfacción: si se satisface la necesidad, el organismo retorna a su estado de equilibrio, hasta que otro estímulo se presente.
Vamos a ver qué sucede en el ciclo motivacional y en qué parte del mismo se produce el bloqueo o fallo:
1. Homeostasis: falta de equilibrio por estados precedentes.
2. Estímulo: desfase entre la necesidad y la aceptación del esfuerzo para lograrlo.
3. Necesidad: depende de la voluntad y el interés que haya provocado el estímulo.
4. Estado de tensión: mal manejo del proceso e impaciencia por el resultado.
5. Comportamiento: reactivo
6. Satisfacción: frustración, con la consiguiente carga de tensión y la pérdida del equilibrio homeostático.
Cabe señalar que cuando se ha desembocado en esta insatisfacción pueden originarse ciertas reacciones como:
· Desorganización del comportamiento (conducta ilógica y sin explicación aparente).
· Agresividad (física, verbal, etc.).
· Reacciones emocionales (ansiedad, aflicción, nerviosismo y otras manifestaciones como insomnio, problemas circulatorios y digestivos, etc.).
· Alienación, apatía y desinterés.
Esto es una visión sobre las causas de los fracasos en nuestros objetivos y nuestros sentimientos de frustración. Puede haber muchas otras. En cualquier caso, el video que os adjuntamos puede daros muchas pistas de cómo aprender a superarnos.
Motivación:
No hay comentarios