Retomamos el estudio de los temperamentos, que iniciamos con el tipo sanguíneo del post 46. Conforme vayáis leyendo, recordad que tenemos aspectos de todos los temperamentos, y que nos diferenciamos unos de otros por las preferencias. Vamos a averiguar cuántos de nosotros somos «preferentemente» flemáticos.

El temperamento flemático es el espectador por excelencia. Es el temperamento que no se alarma y que difícilmente se enfada. La experiencia de la vida le resulta grata, aunque nada emocionante, por ello procura no comprometerse mucho con las actividades de los demás ni con las suyas propias, y como dice el dicho: un flemático deja que vengan las cosas y se alegra de que pasen de largo. Socialmente, le gustan las personas, siempre que no le molesten o intenten inmiscuirle en sus problemas.
Gestionar lo imperfecto de uno mismo. El temperamento flemáticoPara saber si eres o no flemático, es fundamental contestar a esta pregunta: ¿te muestras imperturbable cuando todo a tu alrededor está agitado? Evidentemente, hay niveles para esta respuesta; sin embargo, intenta recordar si tus amigos, y más aún tus parejas, se quejan de que «parece que pasas de todo y que nada te importa».
Estos puntos son los más sobresalientes de un flemático, y si los cumples, podríamos decir que tu identidad temperamental es de preferencia flemática. ¿Eres de este tipo?
Si es así, tienes como sello tu tranquilidad y enorme serenidad. Algunos estudiosos opinan que eres el más simpático de los temperamentos por tu capacidad de ver el lado bueno de las cosas, aunque todavía no he podido discernir si es realmente simpatía o tu escudo para aislarte de los conflictos de los que sales indemne.
Tu aire sereno e inmutable te convierte en uno de los mejores mediadores para las situaciones límites. Puedes encontrarte entre fuegos cruzados y miras a los contendientes serenamente, esperando que detengan los disparos, sin tomar partido ni confrontar a ninguna de las partes. Eres un «sin partido» cuando las personas discuten. Podría parecer que no quieres perder la relación con los interfectos; no obstante, la realidad es que no te interesa lo que les pasa.
Eres un maestro de las manualidades y de todo aquello que te exija paciencia y ser muy meticuloso. He llegado a pensar que hay en este ejercicio deseos de calmar emociones que no permites que emerjan a la superficie.
Que nadie piense que no eres capaz de liderar proyectos si se presenta la ocasión; ahora bien, es difícil que busques una posición de liderazgo, porque aunque eres potencialmente un gran líder, la exigencia de este puesto rompe tus intereses y tus hábitos más preciados, lo que te lleva a no promocionarte voluntariamente. Los líderes flemáticos tenéis un potencial conciliador sorprendente y una gran capacidad para trabajar bajo la presión y el estrés exterior.
Tu mayor enemigo es el desinterés y la falta de motivación. Me confunde tu amor a la buena vida y el poco empuje que le pones para conseguirla. Evitas dar más de lo necesario, aunque eres cumplidor de tus compromisos y de las responsabilidades que has adquirido, tanto en lo profesional como lo personal.
Otra área de mejora importante es tu tacañería. A pesar de que sólo pueden dar fe de ello las personas que viven cerca, cuidas cada céntimo y actúas como un avaro, excepto cuando se trata de comprar algo para ti mismo.
Todos estos matices de tu temperamento flemático podemos definirlos en seis escalas principales, que dan una información muy rica a la hora de aproximarnos a un conocimiento más profundo de tus comportamientos en diferentes momentos y ante diversas situaciones:
  • En qué centras tu atención: por tu condición de introvertido, raramente compartes con otros tu mundo interior, ni te resulta seductor el mundo de fuera. Tu hogar es lo mejor.
  • Cómo accedes a la información: normalmente te gusta que te entre por los sentidos y no te dejas llevar por la imaginación.
  • En qué basas tus decisiones: tus análisis suelen estar basados en el pensamiento para evitarte la inseguridad personal y perderte en tus emociones.
  • Cómo tratas al mundo que te rodea: necesitas que las cosas estén claras y evitar en lo posible cualquier tipo de sorpresa.
La próxima semana hablaré del colérico. Ser amables y compartir vuestras opiniones para conocer si os identificáis con esta descripción de los temperamentos.
(Un buen ejemplo de personaje flemático es el famoso actor británico de los Monty Phyton, John Cleese. Ver vídeo)