India muestra su pesar por el fallecimiento del cooperante español Vicente Ferrer tras 55 años entregado a los desposeídos.

India llora la muerte de un líder en la lucha a favor de los desposeídos. Miles de indios se congregaron ayer en Anantapur, al sur del país, para despedirse del filántropo Vicente Ferrer, referente de la cooperación internacional, fallecido ayer a los 89 años tras sufrir graves complicaciones cardiorrespiratorias como consecuencia de una embolia cerebral padecida hace tres meses. Murió «en paz y tranquilo», según señaló ayer su hijo Moncho. El cooperante pasó sus últimas horas rodeado de su mujer, Anna, y sus tres hijos. «Al final está donde él siempre quería». El País Digital, ANA GABRIELA ROJAS – Nueva Delhi – 20/06/2009

El hombre por el que lloran los parias. Vicente Ferrer

Y muchos le lloramos aquí en España. El tiempo se hace enemigo de la bondad, y sus 89 años resultan gravosos, porque quisiéramos que este gran hombre siguiera llenando de luz las zonas pobres de su querida India, de su amado Anantapur. Este catalán penetró en las casas de los menos favorecidos y les encendió la vela de la esperanza. Puso a disposición de miles de hombres, mujeres y niños los medios para crecer, avanzar y luchar contra la penuria y la miseria. Vicente no llenó sus platos, ni pidió por ellos, sino para ellos; ni siquiera acercó la escudilla a los labios de los hambrientos, y si alguna vez lo hizo, sólo fue para paliar la hambruna mientras que aprendían a ganarse el sustento.

Si alguien siguió el mensaje del Maestro Jesús fue Ferrer. «Él no tiró las redes por ellos, sino que cada día les enseñó el arte de la pesca», dándole medios para un mejor vivir cuando apenas tenía para ayudarles. Tocó el alma de unos y otros para que apoyaran su proyecto, y consiguió fundar hospitales, construyó caminos para disminuir las distancias, canalizó las aguas y abrió pozos, edificó escuelas y redujo el analfabetismo. Más de 135.000 españoles estamos apadrinando niños a través de la Fundación Vicente Ferrer, propiciando de este modo que puedan acceder a los estudios y comer todos los días.

Mi amiga María también le llora. Hace cuatro años se sintió tocada por la labor de este «santito» (como ella le llamaba) y se sumergió en la Fundación para aportar toda la ayuda de la que fue capaz. María compartía hoy con su lista de correo este mensaje:

«Queridos amigos,

Hoy es un día muy triste para mí. Vicente Ferrer ha fallecido. Como sabéis, tuve la suerte de conocerlo y estar con él en varias ocasiones. La última fue el pasado diciembre, en Anantapur. La familia Ferrer nos invitó a un grupo de ocho mujeres, a celebrar mi cuarenta cumpleaños en su casa. Ana, su mujer, cocinó un guiso de carne, y su hijo Moncho, un pez que esa misma tarde había pescado. Estaban también la mujer de Moncho, Visha, sus dos nietas, Charita y Arya, y Sanj, el marido de Yamuna, una de las hijas del matrimonio Ferrer. Pasamos la noche en el sencillo salón-comedor-sala de estar de su pequeña casa decorada con muebles de los años 70. Fue un encuentro de emociones, y cada una de nosotras pudo absorber la energía y la bondad de Vicente y toda su familia.

Una vez en su casa yo le pregunté cuál era el secreto de la vida. Si tenía miedo a la muerte, qué hacíamos aquí, y todas esas preguntas típicas existenciales.  Él contestó que él estaba tranquilo, que había hecho un pacto con Dios. Le había dicho, yo me entrego a ti, a cambio, haz conmigo lo que quieras. Lo llamaba el pacto “del gitano” porque en realidad él a Dios no le ofrecía nada, él no era nada ni nadie, y sin embargo recibía todo de él, porque lo es TODO. Esto lo decía muerto de la risa, porque Vicente estaba todo el tiempo riéndose. Era un filósofo andante, y cada vez que tenía una ocurrencia, la soltaba. Siempre muerto de la risa. Era genial!

Desde que lo conocí, hace cuatro años, me ha tocado el alma. Quería compartir con vosotros estos recuerdos. Estoy triste, pero también contenta. He conocido a un hombre BUENO, el más bueno de todos. Desde mi casa, en Madrid, sólo puedo distribuir este mensaje. Ahora más que nunca necesitan el apoyo de los socios colaboradores y padrinos para que continuemos apoyando y difundiendo la tarea que Vicente comenzó. Erradicar la pobreza y humanizar la sociedad.

Para los que no conozcáis su obra y tengáis interés, os recomiendo que leáis el libro de Ana. También os envío estos links, de la Fundación, y una entrevista a Jordi Folgado, el sobrino de los Ferrer que dirige la Fundación Vicente Ferrer en España.

Un beso grande para todos,

María

http://www.fundacionvicenteferrer.org/vicente_ferrer/
http://www.fundacionvicenteferrer.org/esp/home.php
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Entrevista a Jordi Folgado, sobrino de Vicente Ferrer y director de la Fundación España:

Vicente Ferrer tuvo un gran sueño que ha cumplido. Ahora nos deja a cada uno de nosotros el mensaje de su entrega y su gran compromiso con los más necesitados.

La labor humanitaria de Ferrer nos induce a romper nuestra área de confort y buscar nuestro modo particular de estar al servicio de los desfavorecidos. Vicente, allá donde estés, seguro que te acompaña el amor y el respeto de cada uno de nosotros.