«Un hombre libre, un hombre que no está atemorizado, que tiene una mente clara, cuyo corazón es vital, fuerte, energético, ese hombre no demanda ayuda». Estas palabras de Krishnamurti aproximan a sus alumnos a diferenciar cooperación de dependencia. Reflexionemos este domingo de primavera sobre la colaboración, la inter relación que mantenemos con los demás. Preguntémonos, sin pudor, en qué forma participamos de los amigos, familiares, colaboradores, personas que nos facilitan nuestro bienestar…


Krishnamurti dice que debemos caminar sobre nuestros pies solos por completo. Nos recuerda que cuando hemos pedido ayuda al final hemos vivido el fracaso, la desilusión, porque nada ni nadie nos puede resolver aquello que nosotros precisamos para avanzar en nuestro camino personal. Las revoluciones, las crisis sociales, los movimientos políticos de una u otra manera merman nuestra confianza en los demás y en la esperanza de lograr nuestros sueños más preciados. En el post del viernes unos y otros esperabais que alguien cambiara el mundo para vivir vuestros sueños.

«Es sólo al demandar libertad completa y mantener esa libertad, cuando encontraréis, mediante el acercamiento operacional, la realidad». Nuestra capacidad de ser totalmente libres nos permite cooperar o decidir con total libertad que no queremos cooperar. Porque no hablo de cooperar con un grupo, una persona, una idea política. Eso conlleva expectativas de beneficios mutuos que al final de convierten en ataduras y deudas que deben ser saldadas.

«No podemos vivir sin cooperación. Nadie puede vivir sin cooperar…Pero para cooperar debe haber libertad…Sólo el hombre que es libre para amar, que no abriga celos, ni odio, es el que no quiere nada para sí mismo, para su familia, para su raza, su grupo. Sólo el hombre que es libre y conoce la significación plena del amor y la belleza, es el que puede cooperar» Para lograrlo el gran maestro nos propone que la mente esté vacía.

A la luz de esta maravillosa primavera dejemos que los pensamientos, llenos de conocimientos viejos, dejen paso a una mente libre vacía. Una mente sin nada…