En la última Feria Internacional de Contenidos Digitales, Bernardo Hernández, director mundial de marketing de Google, explicó los cuatro pasos necesarios para tener éxito en el mundo de Internet:
1. Contar con una tecnología punta y competitiva que permita actuar de forma mucho más eficiente y distinta a como lo veníamos realizando.
2. Incorporar contenidos atractivos que mantengan vivo el interés para generar usuarios.
3. Fidelizar a estos usuarios, que enriquecerán los contenidos a través de sus comentarios e interacción.
4. Crear un modelo publicitario que acabe configurando una economía sostenible que permita mantener todo el sistema.
A lo mejor deberíamos aprovechar estos puntos para aplicarlos con éxito al desarrollo personal. Porque, si bien, como dice Hernández, la tecnología evoluciona cada día más rápido, las personas necesitamos una revolución interior que nos estimule hacia unas mejores prácticas.
¿Qué os parece esta propuesta?:
- Descubrir nuestro potencial más innovador y optimizar su rendimiento de forma que hagamos lo mismo, pero de una forma mucho más eficaz.
- Ampliar nuestra formación de modo que enriquezcamos nuestros conocimientos con habilidades humanistas y técnicas, para así generar interés y posibilidades de intercambio con otros.
- Participar activamente en diferentes redes sociales, fortaleciendo las relaciones existentes y con una mayor apertura a la diversidad. De este modo se enriquecerá nuestro material cognitivo y emocional.
- Crear un modelo de marca propia que estimule a los amigos y colaboradores para publicitar nuestros avances. Así seremos generadores de cambio y posibles líderes de opinión. Y sin duda transformadores del entorno.
¿Para qué sirve todo esto?
Nuestro cerebro es más poderoso y avanzado que cualquier máquina inventada por él. Si aplicamos la tecnología de nuestro cambio interior a las acciones diarias el éxito seguro que está servido.
Hernández comentó que cada día hay 1.500 millones de búsquedas en Google. La información, con la que se responde a estas preguntas ha sido elaborada por millones de personas que la ponen a disposición de todos nosotros, sin distinción de clases, color, sexo, nivel intelectual, temperamento, etc. Al mismo tiempo, más de 1.000 millones de seres desconocen si podrán comer o no. Estos seres no tienen un lugar al que acudir, ni nosotros ponemos a su disposición lo que nos sobra para que ellos los disfruten. Tampoco tienen acceso a algún medio tecnológico que les reporte información de cómo lograr lo que necesitan, y sólo algunos consiguen vivir de la caridad de otros.
Acaso debamos construir un mundo más generoso, y para ello hay que cambiar la tecnología interior. Es posible que si ponemos en marcha el plan de los cuatro puntos anteriores en nuestro sistema social, consigamos todos los éxitos que la informática y la tecnología en general están consiguiendo.
Si consideremos que Internet es un «país internauta», podría estipularse que el 0,7% del porcentaje de los beneficios recogidos en concepto de publicidad que se genera en los buscadores se ingresara directamente en un banco internacional de microcréditos para los desfavorecidos, quienes tendrían que devolver el dinero una vez logrados sus objetivos.
Las ideas magníficas, como las que explicaba el director mundial de marketing de Google, deberían estar también al servicio de la humanidad. Ideas para recuperar al mundo sin ánimo de lucro.
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