¿Cuánto tiempo dedicas a las cosas que son verdaderamente importantes para tu organización y para ser eficaz en tu trabajo? Es posible que la mayoría de tus tareas no estén enfocadas en lo que aporta valor y por lo que has sido contratado.

La génesis de esta situación, llamada postergación, es realizar cosas más apetecibles en detrimento de las necesarias. Una tendencia natural que nos lleva a dilatar lo importante en aras de disfrutar con los placeres más inmediatos.
Postergación (218)Quizá hoy te has dado cuenta que las cosas no funcionan así y que estás demorando resolver una situación que está siendo un tanto agobiante. Las disculpas que te dabas hasta ahora ya no te sirven. Puedes seguir pensando que empleas bien tu tiempo; sin embargo, los asuntos están paralizados en tus cajones, y en algún momento podrás tener problemas.
El primer paso es admitir que postergas los asuntos más complejos y que te excusas con la realización de otros asuntos que están lejos de tus objetivos.
El segundo paso es analizar qué te lleva a la postergación y qué medios utilizas para ello: elegir lo más fácil, lo que más te gusta, etc.
El tercer paso es decidir un plan de acción para resolverlo.
Quizá te ayuden alguna de estas propuestas:
  • Hacer las cosas más difíciles primero.
  • Dividir las actividades menos apetecibles en tareas más pequeñas y en periodos de dedicación menores.
  • Si es factible, delegar la actividad a alguien preparado y abierto a ella.
  • Evitar el deseo de perfección. Es importante llegar a resultados y no extraviarse por el camino.
  • No esperar el momento adecuado, ¡empezar ya!
  • Solo hay dos reglas para conseguir algo. Primero, empezar, y segundo, seguir hasta que se acabe.
  • Somos como niños, así que nos animará estipular un premio al finalizar la actividad y satisfacerlo.
Elige la que más se adecue a la causa de por qué postergas las cosas y ponte manos a la obra. Esta puede ser la guía de un pequeño plan de acción para seguir:
1. Decide los hábitos que quieres cambiar.
2. Señala los nuevos hábitos que vas a implementar.
3. Indica los pasos que has de seguir para estar seguro de que empiezas con fuerza.
4. Acota tus actuaciones para no desviarte de tus nuevos hábitos.
5. Busca una persona para que te ayude.
« ¿Amas la vida? No desperdicies el tiempo, porque es la sustancia de que está hecha»
Benjamin Franklin.
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