¿Qué tienen las creaciones de Steve Jobs? Algo especial subyace detrás de este hombre que ha sabido luchar contra todas las adversidades de su vida. Esta semana los americanos han esperado horas en las tiendas de Apple para poder comprar su último invento: el iPad. Para sus detractores, es un invento con más sombras que luces, para los amantes de Apple, una maravilla que es imprescindible tener y disfrutar.
La mayoría de los diarios han publicado imágenes donde se pueden ver las caras de satisfacción de unos y otros. El iPad ha sido acariciado, sentido y vitoreado por miles de personas, y muchos otros seguirán adquiriéndolo durante estos días. En España se comercializará en su versión 3G a finales de abril, y sus seguidores vivirán este frenesí, amén de los que ya han logrado que sus amigos se lo traigan de allende los mares.
La versión más barata se agotó en Washington en media hora, y récords así sólo se consiguen con los inventos de la compañía de Steve Jobs. Un ejemplo es la venta masiva del iPhone en todo el mundo desde su aparición en el año 2007.
Una de las cualidades más interesantes del iPad es que se trata de una combinación de teléfono (tiene todas las aplicaciones del iPhone) y de ordenador de bolsillo. Permite visionar películas en alta calidad y leer libros con su sistema Pros iPad. Su pantalla de 9,7 pulgadas, de alta resolución retroiluminada por LED y con tecnología IPS, se ve con total nitidez y luminosidad. Además, estos avances permiten navegar por Internet, y tiene nada menos que 10 horas de autonomía, lo que facilita su empleo durante los viajes trasatlánticos, cuando hay que trabajar en una biblioteca o se quiere escribir en un parque.
Su pantalla Multi-Touch está pensada con la misma tecnología del iPhone, pero en el desarrollo del iPad esta tecnología ha sido reinventada para lograr que ante su mayor superficie se obtenga la máxima precisión, y que eso proporcione una increíble capacidad de respuesta. Según sus creadores, se trata de un avance que hasta ahora no se había logrado.
Muchos detractores niegan todas estas virtudes y sólo consiguen ver inconvenientes en este nuevo invento de Apple. A pesar de ellos, y en vista de que su éxito es evidente (se han vendido más de 300.000 unidades en el fin de semana de su salida al mercado), cabría preguntarse qué tiene su inventor y qué podemos aprender de él para lograr estos niveles de aceptación en nuestras propuestas. Cuando Fortune le nombró Directivo de la Década, lo hizo alegando que había cambiado tres mercados en los últimos diez años: la música, las películas y los teléfonos móviles. Algunos expertos dicen que sólo es un gran vendedor de sus ideas, y que es su capacidad de hablar, de comunicar, de hacer llegar a todos los que le escuchan sus propuestas su único mérito. Y quizá sea ese su gran valor. Cabría preguntarse, en fin, qué pasaría en el mundo si aprendiéramos a contar nuestras ideas, a defender nuestros proyectos y a participar de la innovación como lo hace Steve Jobs.
Alguien me dijo un día: «Apple no inventa tecnología punta, pero la que hay la sabe aplicar como nadie». Quizá no tengamos que crear grandes cosas, pero las que hagamos deberíamos saber contarlas y aprovecharlas, tal como hace este hombre.
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