En estos dos últimos días nos hemos cuestionado la realidad de los que pensamos, sentimos y hasta lo que hacemos. Estas preguntas nos han hecho mucho más conscientes de las posibilidades que existen, que no contemplábamos. La propuesta de hoy va un poco más allá. Vamos a romper nuestros paradigmas, los modos habituales de mirar dentro o fuera de nosotros. Entre lo correcto y lo que no lo es hay un mundo de probabilidades que debemos escrudiñar con la mente muy abierta.Gandhi resolvió la confrontación con los ingleses mediante la no-violencia. Durante años logró frenar el deseo de venganza entre musulmanes e hindús. Para ello utilizó las huelgas de hambre. Sus continuos ayunos frenaban los levantamientos y propiciaban de nuevo la paz. El éxito provenía de la fuerza que su persona tenía sobre el pueblo.
Años más tarde, Nelson Mandela se encontró con una situación muy parecida, y su opción fue buscar la integración entre las partes implicadas. Mandela despersonalizó su lucha y centró el logro en que su pueblo encontrará un punto de comunión sobre el que pudieran trabajar para lograr vencer sus rencores. El rugby fue su bastión que le permitió llegar a un triunfo sin precedentes.
Ayer nos dimos unas respuestas que estaban dentro de nuestra área habitual de actuación. Hoy intentaremos romper un poco de nuestro confort.
Profundicemos mucho más en nuestras respuestas. Podemos responder desde nuestra visión únicamente o ampliar el marco. Te propongo que pienses ¿cómo se sentiría ante esta situación la persona que menos se parece a mí? Analízalo poniéndote en sus zapatos.
- ¿Cuál es tu modo habitual de resolver los conflictos? ¿Ves otras opciones?
- ¿Qué pasaría en esta situación si lo viera con otros ojos?
- ¿Este sentimiento que me parece tan real, sería igual si lo viera con otros ojos?
- ¿Cómo lo resolvería otra persona?
- ¿De qué otro modo actuaría en este momento?
Que pases un feliz día aprendiendo de todo lo que te rodea
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