El otoño siempre llega con lluvias, y el cielo muestra sus nubes más grises.  Es ya época de recogerse en casa, lo que hace siempre más fácil la elaboración de algunos platos que son aconsejables en esta estación. Este impulso de cuidarnos nos evoca a nuestra madre y sus amorosas comidas. El recuerdo del olor de sus platos calientes y su amor nos estremece. Si cerramos los ojos y susurramos: «Mamá, mamá, mamá» varias veces, parece que sus cariñosas palabras y sus cuidados insustituibles nos envuelven, y nos sentimos acunados de nuevo. Estén donde estén, estas mujeres tan significadas y significantes vivirán en nosotros en forma de gran recuerdo culinario. Ellas han sido artífices de muchos de nuestros momentos de gozo. Nos hemos alimentado con sus deliciosas recetas sin cuestionarnos su valor dietético, y hemos disfrutado de los aromas de sus caldos, de las jugosas salsas, de las cremas tamizadas, de los guisos caseros, de cada una de las creativas formas de amor que cada almuerzo o cena nos ofrecían.

Quisiera que retomáramos estas experiencias e hiciéramos un ejercicio de cuidado personal, en el que pongamos nuestro esfuerzo en adquirir pequeños hábitos que nos alimenten un poco mejor, aunque sin renunciar al goce de la buena mesa.

Iniciemos la mañana con un vaso de agua templada para que el cuerpo reciba un cariñoso saludo y cada órgano depure el sueño de la noche desperezándose suavemente.

Un poco más tarde podríamos desayunar un racimo de uvas. Esta fruta de la estación aporta muchísimas vitaminas y minerales. La ingesta de uvas favorece también la depuración de la sangre, que en otoño es imprescindible para elevar el sistema inmune y prevenir los catarros.

A mediodía es aconsejable empezar con una ensalada muy variada, y detrás un plato de lentejas con arroz, cocido de garbanzos, arroz con verduras, patatas al horno…Todos estos alimentos contribuyen al equilibrio de los aminoácidos esenciales en la sangre.

A media tarde podemos merendar un yogur de soja, o queso de cabra con unas rodajas de tomate. También viene bien un poco de pan de centeno con aceite y unas rodajas de tomate y queso de cabra

Por la noche, nada mejor que descubrir las maravillas de una verdura a la plancha. Podemos elegir entre todas aquellas que son de temporada. Es factible también alternarlo con verduras al vapor. De segundo plato,  pescado fresco a la plancha o al horno, o bien pollo, pavo o gallina. El sabroso solomillo lo tomaremos tan sólo una o dos veces por semana, y lo prepararemos del modo que más nos agrade. También podemos probar las exquisitas setas con ajetes de la receta que acompaña a este post. Recordemos que los huevos son muy socorridos para visitas inesperadas.

Alimentémonos así durante unos 21 días, aligerando las cantidades y permitiendo que las digestiones sean más rápidas. Experimentaremos un mayor bienestar, y el carácter se nos dulcificará bastante.

Esta es tan sólo una orientación para esta estación, en la que conviene que nos depuremos para hacer frente a las continuas agresiones al sistema inmunológico. Los cambios climáticos, la incorporación a la vida profesional intensa después de las vacaciones estivales y otras circunstancias originan desequilibrios en el sistema nervioso y en las cantidades de adrenalina que el cuerpo resiste. Las emociones en esta estación están a flor de piel, y les afecta las bajadas de las temperaturas y de la luz solar.

Os obsequiamos con una receta realizada  por Javier Peñas Capel:

SETAS CON AJETES TIERNOS

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INGREDIENTES

  • Setas, en este caso, rebozuelo, champiñón, boletus, seta de cardo, sitake.
  • Ajetes tiernos
  • Aceite de oliva

ELABORACIÓN

Es un plato sencillísimo de realizar. Se confitan los ajetes tiernos en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que este se impregne del aroma de los ajetes, 5min a fuego lento, se ponen las setas en la sartén. Se saltean durante 5 minutos y ¡listo!

El momento ideal para comer este plato es en otoño, cuando los mercados rebosan de todo tipo de setas y hongos.