En la película de Marc Rocco, Homicidio en primer grado, que el sábado se emitió en Televisión Española, Henry Young (Kevin Bacon) se debate entre declararse culpable de asesinato en primer grado (y morir en la cámara de gas) y confesarse responsable de homicidio involuntario. Esta segunda opción significa la vuelta a la prisión de Alcatraz, lugar en el que había estado recluido en las celdas de castigo durante más de tres años por su intento fallido de fuga.
Del otro lado, James Stamphill (Christian Slater), abogado defensor de Henry Young, lucha por salvarle de la pena de muerte sin considerar las consecuencias emocionales que tendría para su defendido el hecho de que el jurado le librara de la pena máxima, con la consecuente vuelta a La Roca.
En un momento de gran clímax durante el juicio, abogado y reo discuten sobre el mejor modo de proseguir la defensa. Henry pide que cambien el argumento inicial de inocente por el de culpable. Ante la incomprensión de su defensor, Henry le dice: «Quiero dejar de tener miedo». Sus ojos llenos de lágrimas y el temblor de sus manos ponen de manifiesto que para Young la muerte significa una liberación de la opresión vivida; opresión que no está dispuesto a repetir.
En la sociedad de hoy quieren dejar de tener miedo como Henry:
- Los niños que se descomponen ante el autoritarismo de sus padres.
- Las mujeres que permanecen al lado de sus agresores, y que en casos extremos prefieren el suicidio para finalizar el dolor.
- Los trabajadores que anulan su invención y creatividad por la amenaza del despido.
- Y, en definitiva, todos los que están sometidos a cualquier forma de opresión y castigo.
Henry prefirió decir: «Yo he sido el arma, pero no soy un asesino». El jurado le castigó con tres años de cárcel. Henry Young fue asesinado por sus carceleros y no volvió a salir de Alcatraz. El destino es a veces cruel: ocho meses después de su juicio, se cerró La Roca para siempre.
Yo, al igual que Henry Young, quiero dejar de tener miedo y borrar todos los recuerdos de cobardía acumulados en mi pasado. Para ello, y al igual que nuestro protagonista de hoy, voy a enfrentarme a las situaciones mirando lo que está por venir y dejando atrás lo que no puedo cambiar.